Todos con Japón

En el momento de escribir estas líneas sobre el país nipón se ha cernido una gran catástrofe de carácter natural, se están preparando para lo peor que ha pasado por allí desde Hiroshima y Nagasaki.

Aunque a todo el mundo le puede parecer terrible lo que están sufriendo los japoneses (rencorosos de la segunda guerra mundial aparte) nuestra generación es especialmente sensible al sufrimiento por el que están pasando los hijos del sol naciente.

Para mi generación, Japón es el segundo referente cultural a nivel internacional después de Estados Unidos. Antes de nacer (soy del 79) mis padres ya pudieron disfrutar de series como Mazinguer Z, Heidi o Marco, además de cosas como Godzilla, Ultraman y otros engendros siderales que al poco tiempo de vida ya pudimos disfrutar con varias reposiciones. En 1978 Taito lanzaba al mercado Space Invaders, cuando yo era pequeño se trataba de los primeros «marcianitos«, mientras sonaban Parchís, leíamos a Mortadelo, jugábamos a los Tente, en la tele echaban el Equipo A y en los cines Tron, también teníamos a Commando G, Ana de las Tejas Verdes, La Aldea del Arce o La Abeja Maya. …Seguir leyendo +


Apunta y dispara

La alta costura, como muchos dicen, es cuestión de modas por lo que muchos creen en la tendencia pendular de un sistema que llena de millones el sector textil de cualquier estudios de costura que se precie. Pero este efecto no es algo exclusivo del mundo del prêt-à-porter el sector que nos encandila y que nos hace vibrar también sufre su propio flujo pendular de corrientes. ¿Cuales?

Queda claro que la plataforma jamás puede ser un flujo estable a corto plazo, debido al coste de cada consola, éstas no pasan de moda. Pueden ser mejor o peor acogidas pero son pocos los que llevados por el efecto novedad se pasan a otra plataforma para seguir dando rienda suelta a su disfrute. Y así año tras año, pasando así por todas las consolas de una generación, cosa que económicamente está al alcance de unos pocos.

Es por ello que la única forma de crear dicho flujo es mediante el género de cada título. En la historia ha habido épocas donde cada videojuego que salía competía con el anterior con las mismas armas. Esto provocaba que las compañías optaran por dos opciones con distintas salidas, una primera era apostar por lo mismo esperando que el argumento o la jugabilidad cubriera la sensación de refrito. Y una segunda, el riesgo que supone el crear algo más arriesgado que el competidor y no tener acogida en el sector. …Seguir leyendo +

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Cuando nadie mira

La situación: deambulo por las calles de un pequeño pueblo del desierto esquivando (o masacrando) decenas y decenas de muertos vivientes. Tengo que arreglar una maldita moto antes de que el ejército ponga un pie en la localidad para salvar a mi hija infectada. Y aquí está este tipo, con la pieza que me falta para la reparación y diciéndome que es un gran fan mío, que me admira, pero que no me la puede dar porque la está usando como arma. Que vaya a la tienda de armas y le traiga una katana a cambio, dice. Mientras, el tiempo se agota.

Lo que pienso: ¡Será…! De acuerdo, los halagos me han conquistado y parece buen tipo, pero su capricho me está sacando de quicio. Además, el imbécil de su amigo pulula por el fondo incordiando, si cabe, un poco más. Desde fuera, la cosa no mejora: me ofende un pelín la burda manera en que los desarrolladores intentan colarme una sub-misión. Y la pieza de la moto está ahí, a mi alcance.

Lo que hago: me armo con mi palo con clavos favorito y le arreo una desagradable somanta de palos al mindundi en cuestión, que al principio se queda paralizado pero no tarda en defenderse. El amigo acude en su ayuda, pero despacho a ambos con relativa soltura (mis dedos son ya los de un guerrero experto).

Las consecuencias: a mis pies, un par de cadáveres sanguinolentos, en mis manos, el ansiado objeto. He perdido una misión secundaria pero estoy más cerca de cumplir mi objetivo principal. Por un momento, me pregunto si el francotirador del tejado me habrá visto, pero nada pasa. Voy en busca de la moto, y al mundo apocalíptico que me rodea le importa un comino mi crimen. Y, no obstante, me siento como un criminal. …Seguir leyendo +


Supermeat Boy

Sólo pido una cosa: ¡Justicia!

La semana pasada tuve la suerte de compartir con los hermanos de Game Over unas horas de radio para hablar de juegos independientes del año. VVVVVV, Super Meat Boy, Amnesia: The Dark Descent, Game Dev Story… vamos, lo mejorcito del año pasado muy por encima de juegos que les centuplican en presupuesto. La gran ventaja de estas tertulias es que puedes encontrarte con gente que comparte tu opinión e infraser… perdón, y otras personas que no lo hacen cara a cara. Internet nos ha acercado a todos y nos permite discutir con amigos y desconocidos que están a miles de kilómetros, pero nada puede ganar a un buen debate con cervezas y bravas de por medio.

Dejando atrás las ventajas de visitar a los amigos y volviendo al tema que quería tratar, estábamos discutiendo acerca de Super Meat Boy y por qué dos personas podían amar este juego y odiar VVVVVV o viceversa cuando Jony, azote de vagos y realizador del programa, dio con la auténtica razón de la superioridad de Super Meat Boy: “No es injusto”. Sí, eso es, Super Meat Boy es un juego complicado, un juego que te humilla y te da hostias hasta en el velo del paladar, un juego que se ríe de ti; pero por encima de todo es un juego justo. No hay saltos de fe, no hay muertes seguras, no hay retos imposibles. Tú y tu habilidad contra el juego, sin trampa ni cartón.

Yo ya llevaba un par de semanas dándole vueltas a este concepto antes de sufrir la iluminación. Principalmente desde el día en que mi novia comenzó a insultar a la tele y, tras un breve interrogatorio, me confesó que su ataque de rabia contra nuestro mobiliario se debía a un juego que no paraba de quitarle las armas cada vez que cambiaba de pantalla. Al principio iba a responderle que era algo normal en algunos juegos pero su “jo, con lo que me había costado conseguirlas” me desarmó totalmente. En el fondo tenía razón: ¿qué sentido tiene invertir tiempo en conseguir algo para que luego te lo quiten? …Seguir leyendo +


Argumentos nos sobran

Una de las grandes pérdidas de la humanidad fue la de todos aquellos documentos y libros que la biblioteca de Alejandría guardaba. La historia cuenta que fueron todos quemados y convertidos en cenizas, de hecho vivo enamorado de esta magnifica historia desde que la vi en «El nombre de la rosa» – con un soberbio Sean Conery – pero no quiero hablar de películas, todo llegará.

La pena es que tras un libro siempre hay un buen argumento, otra cosa muy diferente es que este libro te llegue o te aporte algo diferente, pero queda claro que es un acceso a la cultura bastante placentero. Y aunque muchos libros son temáticos y carecen de una linea argumental clara, las bibliotecas y librerías están llenas de historias que maravillan a más de uno.

Es por ello que cuando uno se propone jugar a un videojuego, necesita casi por obligación que se dé un paso más allá ya que el salvar a la princesa es una excusa demasiado manida. No todo es el salvar a la humanidad, ni desentrañar quien es el culpable en una trama, basta ya de presentar conflictos bélicos o simplemente de infiltrarnos en organizaciones del mal. …Seguir leyendo +

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Los indie games me han devuelto la ilusión por los videojuegos

Voy a sincerarme en este artículo: os contaré algo que me ha pasado en el último lustro. Hace unos años empecé a dejar de disfrutar de los videojuegos por culpa de la nula dificultad y los pocos retos a los que me enfrentaba en la inmensa mayoría. Cuando me veía abocado a transformarme en un jugador ocasional empecé a descubrir los llamados indie games y los juegos descargables, como Braid, Super Meat Boy, Limbo y muchos otros. Estos títulos con tanta magia consiguieron que recuperase la ilusión por los videojuegos.

Ghost & Goblins

Este juego separaba a los jugadores duros de los ocasionales

Hacía tiempo que no me divertía tanto. ¿Por qué? Hay una razón muy sencilla, al menos creo que es la más importante de todas: ya no hacen videojuegos difíciles pero, sobre todo, no nos hacen tener la sensación de conseguir algo. No me refiero a logros o trofeos, ya que esto siempre existió de algún modo en el pasado y, aún siendo una buena idea, a mí este invento no me motiva en absoluto. Antes tenías que cumplir objetivos para recibir recompensas; algunas eran muy suculentas, pero ahora las venden aparte como DLC (véase trajes, nuevos personajes, etc)… aunque es cierto que hay contenidos de pago realmente buenos.

De un tiempo a esta parte, casi desde el lanzamiento de Wii, los juegos se han casualizado de una forma bestial, tanto que hasta los conocidos como juegos hardcore ya no lo son. Un claro ejemplo de todo esto es la franquicia Final Fantasy, que es cada vez más casual y, aunque en sus inicios no es que fuese un juego muy complejo, sí que tenía algo especial que ha ido perdiendo con el paso de los años, hasta el punto de poder jugar a su última entrega pulsando tan sólo un botón. Esto es algo que le ha pasado a muchos juegos, algo que gente como Platinum Games está intentando recuperar, o esa es la sensación que me da.

Si hago un viaje al pasado en mi mente empiezo a recordar una gran época, la de los 8 y los 16 bits, donde veíamos juegos muy difíciles a la par que divertidos. Esto, aunque a algunos os parezca contradictorio, te pegaba a los mandos consiguiendo que jugases hasta dejarte las huellas dactilares, hasta conseguir acabar con ese enemigo tan difícil, saltar hasta esa plataforma imposible, conseguir esa vida de más o, simplemente, superar la eterna fase en la que morías siempre, esa en la que, además, tenías que volver a empezar desde el principio. …Seguir leyendo +


Crónicas de Ferelden

Escribo este texto para deciros que os odio profundamente. No, no me refiero a vosotros, mis bienamados lectores, sino a la prensa del videojuego en general, y a la hispana en particular. Aunque la nota de Dragon Age en general es buena (y por cierto, las notas en España son un poco de risa), la impresión tras leer vuestros análisis no era tan buena. Pese a esta percepción, me compré el juego (edición coleccionista) pero como quería pasarme antes la saga Baldur’s Gate (cosa que no he hecho) no lo jugué con seriedad hasta principio de año.

Juego mítico de rol buscaba heredero

Y lo siento, pero hasta donde he jugado (más de 40 horas, el mayor número de horas que he jugado en el mismo juego en bastante tiempo) me ha parecido un juegazo. Sobresaliente, espectacular, enorme, inmenso, tremendo.Y todo eso en un grado tan alto que a pesar de no habérmelo acabado en el momento de escribir estas letras, siento que este producto ya ha cumplido con su cometido (lo que aprovecharé sin duda para jugar a Yakuza 4 en vez de a Dragon Age 2, pues tenía la cuestión bien arraigada). Al mismo nivel que otros juegazos de Bioware, la actual reina del rol (aunque habrá quien prefiera a Bethesda o vaya usted a saber qué compañía japonesa), y que ha parido desde su nacimiento los excepcionales Baldur’s Gate, Caballeros de la Antigua República, Mass Effect o Jade Empire, entre otros.

Y es que siempre que he leído una crítica de este juego ha sido algo así como «es la leche pero». NO. No hay pero que valga. Es la leche. Tan «la leche» como pueda ser Thunderforce IV en el género de los matamarcianos o The King of Fighters 97 en el de los juegos de lucha. …Seguir leyendo +


Muerte al falso coleccionismo

El año pasado despotriqué suavemente sobre los sistemas de juego bajo descarga, quedó constancia en esta misma página, nada que no hayáis leído antes: tus derechos mermados, básicamente es un alquiler y como sistema de DRM es draconiano. Lloriqueos aparte, estos señores me dan algo similar en prestaciones a un alquiler a través de la red, en algunos casos es indefinido pero ese es otro tema. Alquileres…

La incómoda realidad

He hablado sobre el tema con unos cuantos amigos, un pequeño pero creciente sector comienza a ver el hecho de recibir una caja o disco como un incordio, por momentos me hacen sentir viejo: ¿instrucciones? «De verdad me las voy a tener que leer?», ¿discos? «es engorroso cuando tienes más de uno», ¿caja? «otro muerto más en mi estante». Recibí perlas mejoras comentándolo con expertos del sector pero prefiero que no me cobren derechos por citarles.

Para los que lleguen de nuevas o todo esto les suene a chino hay un par de preguntas interesantes y otra muy obvia. ¿Qué maldita ventaja puede tener una edición física? Aquí tenemos el muermo evidente, pase lo que pase en el mundo y mientras tengas donde correr el juego podrás hacerlo, no vives a expensas de un gran servidor en… Sabe dios donde, yo no. (Incluso si requiere validación y muere, hay formas, total lo has pagado). …Seguir leyendo +


La tarta es de coña

¿Dónde jugarán los niños?

Desde su creación los videojuegos han llevado puesto el sambenito de no ser más que un entretenimiento superfluo para niños, un juguete como la Nancy, el triciclo o el perrito piloto. Si bien es verdad que los medios de comunicación han hecho siempre campaña para convertirlos en algo adulto, comparándolos en adicción con la cocaína, considerándolos fábricas de terroristas y viveros de dementes varios, el mensaje no ha acabado de calar en la población.

Y es que las puñeteras compañías de videojuegos, con Nintendo a la cabeza, se han empeñado en hacer juegos y consolas con pinta infantil. Maldita sea ¿cómo le hablas a alguien de las posibilidades del videojuego como forma de expresión moderna mientras juegas con una N64 edición Pikachu? …Seguir leyendo +


Opa Opa Forever: Amar los videojuegos

Os voy a confesar una cosa: me empezaron a gustar los videojuegos cuando, en el verano de 1991, pude ir a casa de un amigo y jugar a After the War en un Amstrad CPC 6128 con monitor verde y negro. Ya había jugado antes a algunos juegos malos (los mosquitos, para spectrum) y buenos (Wonderboy III o Sly Spy para arcade). Pero nunca había podido disfrutar con el medio… hasta este momento.

Lone Wolf (Ordenadores 8 Bits)

Mi idea de juego de Lobo Solitario NO era esta

Cuando jugué a After the War, me pasaron de golpe por la cabeza dos cosas: A) ¡Cómo mola!    B) ¡Rayos, con esto se puede hacer de todo! Por aquel entonces yo leía una serie de libros que se llaman Lobo solitario, y enseguida estaba pensando cómo podría hacerse un juego de Lobo solitario. Y desde entonces sentí una gran atracción por el videojuego que me ha llevado hasta donde estoy, con momentos claves como Fantasy Zone y Phantasy Star de Master System, Shinobi de Game Gear, Civilization, Ultima VII y Monkey Island de PC, Guardian Heroes de Saturn, Shenmue de Dreamcast, Caballeros de la Antigua República o Psychonauts en Xbox, Yakuza 3 de Playstation 3, y un montón de títulos más que no voy a ponerme a citar ahora. …Seguir leyendo +

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Opa Opa Forever: Echo de menos la Superjuegos

Llevo unos días bastante enganchado a un juego de Nis América para Psp llamado Z.H.P. Unlosing Ranger vs Darkdeath Devilman. Sobre el juego hablare otro día en un análisis, pero quería poner al corriente que a pesar de que leo una barbaridad de revistas online y offline, ninguna, e insisto,  NINGUNA, me ha avisado de la joya que es este juego. Si, vi unos trailers en una hace casi un año, y si busco en Metacritic hay 13 páginas que lo han analizado (la más conocida es la que peor nota le pone) mientras que en Notamedia me dice que ese juego no existe. Buscando en Google tampoco encuentro ningún análisis de ese juego en español, aunque si encuentro, al menos, un avance.
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Opa Opa Forever: PSP, este muerto está muy vivo

Tiene narices que inaugure mi sección con una opinión favorable hacia la PSP, pero es lo que hay. Y es que la consola portátil de Sony es, posiblemente, la gran infravalorada de la industria en la actualidad. Y cuando digo infravalorada no me refiero a que sea una consola de culto como la Dreamcast, a la que todo el mundo quiere pero que en su momento no tuvo suficientes personas que apostasen por ella, sino infravalorada porque detecto pocos usuarios entre nuestros posibles lectores que sepan apreciar sus logros.

El primer dato a tener en cuenta es que en Agosto se habían vendido 62 millones de unidades. Cierto, palidece respecto a los 135 millones de unidades que ha vendido Nintendo Ds (es menos que la mitad), pero es bastante más, por ejemplo, que la Xbox 360 que apareció en el mercado poco después.

El segundo dato a tener en cuenta es que es, en la actualidad, la consola más usada y más vendida en Japón. Y eso que no tiene Dragon Quest, ni Pokemon, ni un montón de sagas por las que los nipones se vuelven locos. Pero ha sido capaz no sólo de encontrar un hueco en ése país, sino de crear sus propias sagas que también vuelven locos a nipones y no tan nipones, como Monster Hunter, InVizimals, LocoRoco, Patapon, Exit, Lumines, Echochrome, God Burst, Prinny, Half Minute Hero o Sonic Rivals. …Seguir leyendo +