Midnight Nowhere, Medianoche en ningún lugar

La industria y la infancia perdida

Hace mucho mucho tiempo… cuando era apenas un niño viví una época especial. Mi infancia transcurrió, como la de muchos, en un momento de nuestro país en el que las recreativas recibían la misma consideración que las populares tragaperras y la consola doméstica estaba en pañales, el ecosistema de ordenadores era extenso y tenía un buen surtido de juegos pero la maquinaría era cara. Muchos entendían todos estos trastos como un juguete más, no veían que significaba el nacimiento de una industria, un compendio de ciencias y arte, y yo tampoco.

Lo que me quitaba el sueño no eran todos los tejemanejes que comentamos ahora, nada de fusiones, divas y técnicos cualificados trasladando su experiencia a otro bando, no, nada de eso, siendo sincero, lo único que me importaba era ver como podía jugar con algo similar a un dibujo animado en una televisión más grande que mi torso. Era un niño y solo quería divertirme, pero al poco tiempo me encontré queriendo saberlo todo sobre el mundillo, desde como ocurría aquel milagro hasta, por supuesto, conocer todas las novedades que podría encontrarme al día siguiente, ya fuese para alquilar o con mucha suerte comprar. Durante algún tiempo pude disfrutar de casi todo, o al menos conocerlo, bien por alquileres, revistas, conversaciones, o sencillamente por acercarme a los expositores de una gran superficie. Al menos eso creía. …Seguir leyendo +


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Hacer historia

Antes de que empiecen a leer tengo que advertirles que este post contiene altos niveles de ‘no-me-beso-porque-no-llego’, grandes concentraciones de winning mood por párrafo y hasta un 75% más de auto-caricias en el lomo. El motivo es que la semana pasada completé, uno detrás del otro, los tres juegos clásicos de Ninja Gaiden para NES, una serie de plataformas de acción aparecidos entre 1989 y 1991 que han pasado a la historia del medio por su atractiva estética ninja exploitation, por sus melodramáticas cut-scenes y, sobre todo, por conseguir que un nivel de dificultad propio de los doce trabajos de Hércules no solo no se sienta como una característica injusta o gratuita, sino que se convierta en uno de los grandes aliciente para jugarlo y rejugarlo.

A lo mejor para ustedes este logro no es para tanto. “Pffff Pablo, yo el Ninja Gaiden me lo pasé mientras chateaba con mi primo por Whatsapp”. “Bah, yo me cargué al final boss del segundo juego en el descanso de un Barça-Madrid”. “Meh, el tercero es tan fácil que lo terminé con PornoTube de fondo”. Tal vez ustedes sean auténticos jedis del control pad, pero para mí, que nunca subo el nivel de dificultad por encima de ‘normal’, el completar la trilogía de Tecmo sin ninguna trampa ni ayuda del F5/F8, se eleva a categoría de hazaña mitológica. Una proeza que, de ser más atrevido, me tatuaría en un pie. …Seguir leyendo +


Recordando a la primera Hobby Consolas

Hace poco tiempo os pregunté en Twitter si adivinabais el patrón de los videojuegos retro que estábamos reseñando este mes. Si, evidentemente, son juegos que salieron a principios de los 90 o finales de los 80, pero había un patrón más preciso (y para que negarlo, mucho más friki) que era el que había que adivinar. Al final lo adivinó nuestro querido MrPengo, miembro de la casa, en un día que quedamos con lectores por Barcelona, así que no hubo premio para él.

Si, todas las reseñas y algún análisis retro (retro = anterior a que empezásemos a realizar Videoshock, por eso no lo destacamos) del mes de febrero aparecieron en la primera Hobby Consolas. Juegos como Dynamite Duke, Block Out, Arrow Flash o Zoom de Mega Drive, Goal! o Blue Shadow de Nes, Golf, Motocross Maniacs o Tennis de Game Boy, Forgotten Worlds, Rastan o Speedball de Master System, Super Monaco Gp o G-Loc de Game Gear, o APB de Lynx, tuvieron el honor de aparecer, entre otros, en la primera revista que se tomó los videojuegos para consolas como un negocio en España. …Seguir leyendo +

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Controles de masas y la horda interminable

Si he aprendido algo en el poco tiempo que llevo escribiendo sobre videojuegos es que existen un porrón de profesionales y aficionados que tienen más capacidad de análisis y un mayor talento redactando del que yo podré tener en veinte vidas. Es más o menos normal que después de publicar algún post o artículo sobre un juego, al día siguiente alguien que domina mucho más sobre el tema y que sabe expresarlo con mayor lucidez aparezca con un texto similar debajo del brazo y me deje hundido en la miseria. Escribir de videojuegos; esa actividad de riesgo. …Seguir leyendo +


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Caballos y batallas, Agro en Shadow of the Colossus

Este fin de semana he podido ver y disfrutar de War Horse, el último y vigoroso film de Steven Spielberg que cuenta la historia de amistad entre un adolescente y su caballo, desde que lo cría y lo enseña a arar en su granja de Inglaterra hasta su reencuentro años más tarde en una Europa en plena I Guerra Mundial. Una película que después de las hiperkinéticas Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (2008) y Las Aventuras de Tintín (2011) supone la vuelta del director a un terreno que también ha demostrado dominar con habilidad: el de una emotividad que algunos podrán criticar por ingenua y almibarada, pero a la que no se puede negar su sinceridad. Un auténtico search & destroy al corazoncito de un espectador al que se golpea bien duro con una historia impecablemente contada. …Seguir leyendo +

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Sobre Catwoman y la narrativa en Batman: Arkham City

De entre todos los aciertos morrocotudos con los que Batman: Arkham City puede presumir ante sus compañeros de promoción, el más infravalorado y menos comentado me parece el añadido de Catwoman. Es cierto que la política de Electronic Arts / Rocksteady de raptar al personajes para todos aquellos que no comprasen el juego precintado (¡como osan!) no haya sido la mejor tarjeta de presentación para esta nueva incorporación, pero si nos olvidamos de estrategias comerciales de dudoso gusto, la posibilidad de poder controlar al alter ego de Selina Kyle es uno de los highlights de la aventura y una idea que está pidiendo a gritos ser explotada en las más que probables secuelas de la serie Arkham. …Seguir leyendo +


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Welcome to Moonside

Hay dos juegos de PlayStation 2 para los que tengo reservado un párrafo muy especial dentro de mi biografía como jugador. Ambos fueron desarrollados dentro de Konami a principios de la década pasada y no sólo duplican nombres y apellidos en los títulos de crédito, sino que además comparten varias características poco habituales dentro del medio. El primero de ellos es Silent Hill 2, un juego que camina siempre en el filo que separa lo real de la pesadilla, y el otro es Shadow of Memories, una aventura cuyo carácter espectral parece hacerla levitar unos centímetros sobre el suelo.

Aparte de sus muchas virtudes, lo que más me maravilla de estos dos títulos es cierto carácter hermético y el firme compromiso que ambos mantienen con lo inexplicable y lo misterioso, esa capacidad de hacernos sentir que estamos echando miradas furtivas a través de las grietas de lo real. Creo que por estos mismos motivos he disfrutado tanto de Earthbound (Mother 2 en Japón), un JRPG de Super Nintendo que encierra no pocos de estos momentos de delicioso desconcierto. …Seguir leyendo +


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El radar de Alien Trilogy

Es probable que mi memoria me traicione, pero creo que mi historia de amor con las películas y el universo de Alien comenzó cuando llegó a mis manos una copia en VHS de Aliens, el segundo film dirigido por James Cameron. La cabeza se me desenroscó entonces como lo sigue haciendo ahora y a partir de entonces entendí que uno de mis objetivos vitales debía ser reunir tanta información como me fuera posible sobre la fascinante biología de esos letales xenomorfos, descubrir los detalles que rodearon la producción de las películas y, en general, acercarme con avidez a cualquier artículo relacionado con la franquicia.

Aquellos que consumimos con regularidad productos culturales de cualquier tipo, sabemos ya que las obsesiones compulsivas con libros, películas, autores, compañías o estilos, que desarrollamos a lo largo de nuestra vida, nunca nos abandonan del todo sino que se mantienen agazapadas en un rincón para, de vez en cuando, aparecérsenos de nuevo revigorizadas. …Seguir leyendo +

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Justicia poética

Yo era usuario de Megaupload, que ayer fue clausurado por el gobierno estadounidense por vulnerar los derechos de autor. Quiero pensar que sabía qué me descargaba y que soy consciente de las implicaciones que tenía, y no voy a entrar en diatribas, manidas ya, monólogos siempre sin la más mínima posibilidad de calar en nadie, simples atizadores, en el mejor de los casos, de una conciencia de usar y tirar, sobre la moralidad, la pertinencia o la legitimidad de la piratería.

Sin embargo, me llama la atención la queja estrella de las muchas lamentaciones que se han podido leer a raíz del cierre del mencionado servicio: “Como siempre, no han pensado en el pobre usuario que había pagado unos pocos euros para poder subir sus vídeos, archivos y demás y han preferido proteger a las grandes compañías y los muchos millones con los que los directivos compran sus Ferraris”. Cabe pensar que aquellos que lo dicen son usuarios indignados, que asisten impotentes a la última manifestación de que el estado no les representa, de que el sistema siempre cede a favor del rico y del poderoso cuando debería garantizar los derechos de todos y, sobre todo, de los menos afortunados. Cabe pensar que muchos no han usado Megaupload para descargar contenidos piratas, que son daños colaterales. Cabe pensar que el cierre de un servicio así se une a la gran pila de afrentas del sistema para con los menos poderosos, que atenta contra la libertad y contra la libre difusión de la cultura, de las ideas, del pensamiento. Cabe pensar que tienen razón. …Seguir leyendo +

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Con cien cañones por banda…

Viento en popa a toda vela ha sido aprobada la dichosa y archiconocida ley Sinde. Se trata de una medida antipiratería que paradójicamente emplea unos métodos abiertamente corsarios.

Y es que la definición de corsario, que podemos encontrar por ejemplo en Wikipedia, encaja totalmente con la situación: «Corsario era el nombre que se concedía a los navegantes que, en virtud del permiso concedido por un gobierno en una carta de marca o patente de corso, capturaban y saqueaban el tráfico mercante de las naciones enemigas de ese gobierno«.

Para los que no sepan en qué consiste dicha ley, y puesto en pocas palabras: aprueba la creación de una comisión reguladora que depende totalmente del Ministerio de Cultura y tiene el poder de cerrar páginas web que, según su propio criterio, vulneren de algún modo la propiedad intelectual. Esta comisión podrá incluso bloquear páginas web de fuera de España para que desde aquí no podamos acceder a su contenido. Un corsario para cazar a un pirata. Es peor el remedio que la enfermedad. …Seguir leyendo +

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Nintendo no está tan mal

Pese a ser un seguero impertérrito he observado los últimos años desde una posición neutral, o al menos lo he hecho desde el fin de Dreamcast. Puedo llegar a alegrarme por movimientos concretos, pero nunca he cogido ninguna bandera. Así, me gustó ver el arrojo de Microsoft con los inicios de la primera Xbox, las innovaciones de Nintendo tanto en Nintendo DS, como en Wii (esto tal vez me gustó menos, pero innovar innovaba), la idea original de PSP (y hasta ahora, de Vita), los sistemas de descarga digitales de Microsoft y Sony, y la política de «Siempre Precios Bajos» de los juegos en la Apple Store. Incluso, las iniciativas no tan ortodoxas como la aparición de las consolas abiertas, o el uso de otros dispositivos para jugar.

En todo este proceso, he visto a unas empresas subir, a otras bajar, a algunas nuevas aparecer con fuerza (con casos recientes como Rovio o Zynga), a otras desaparecer con estrépito (Game Republic o Free Radical Design, por ejemplo), pero Nintendo siempre ha estado ahí, fuerte, potente, altiva, haciendo su juego (y sus juegos). …Seguir leyendo +

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Mas de lo mismo

Más de lo mismo

Este año, el 2011 está a punto de terminar y nos encontramos, una vez más, al borde de la navidad. En esta época las desarrolladoras se apresuran a lanzar sus títulos para que sean engullidos en una oleada de compras masivas e indiscriminadas. Sin embargo, no deja de ser interesante pararse unos segundos a analizar el repertorio de posibilidades que están a nuestro alcance como consumidores.

Y no, con este artículo no intento hacer una selección de recomendaciones de compras navideñas; nada más lejos de mi intención. Simplemente quiero mirar hacia las compañías de videojuegos, hacia los llamados publishers, porque analizando su catálogo nos podemos analizar a nosotros mismos como consumidores. Al fin y al cabo, ellos sólo nos dan lo que nosotros pedimos a gritos. …Seguir leyendo +