Pese a ser un seguero impertérrito he observado los últimos años desde una posición neutral, o al menos lo he hecho desde el fin de Dreamcast. Puedo llegar a alegrarme por movimientos concretos, pero nunca he cogido ninguna bandera. Así, me gustó ver el arrojo de Microsoft con los inicios de la primera Xbox, las innovaciones de Nintendo tanto en Nintendo DS, como en Wii (esto tal vez me gustó menos, pero innovar innovaba), la idea original de PSP (y hasta ahora, de Vita), los sistemas de descarga digitales de Microsoft y Sony, y la política de «Siempre Precios Bajos» de los juegos en la Apple Store. Incluso, las iniciativas no tan ortodoxas como la aparición de las consolas abiertas, o el uso de otros dispositivos para jugar.
En todo este proceso, he visto a unas empresas subir, a otras bajar, a algunas nuevas aparecer con fuerza (con casos recientes como Rovio o Zynga), a otras desaparecer con estrépito (Game Republic o Free Radical Design, por ejemplo), pero Nintendo siempre ha estado ahí, fuerte, potente, altiva, haciendo su juego (y sus juegos). …Seguir leyendo +