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La fantasía del último hombre

En un momento del documental Žižek! (Astra Taylor, 2005), el filósofo esloveno interpretaba nuestra fascinación por las fantasías del fin del mundo como metáforas sencillas, concretas, fácilmente imaginables, de un escenario mucho más complicado de visualizar como es el fin del capitalismo. El colapso definitivo del sistema por una plaga o un desastre natural masivo adquiriría, de este modo, cierto componente purificador: la única alternativa posible a un Orden Mundial que se presenta ante nosotros como perpetuo e inmutable. Aunque teniendo en cuenta algunas de las ficciones sobre el fin de los tiempos más exitosas de los últimos años, quizá podríamos añadir una apostilla a esta afirmación de Žižek: no sólo nos gusta inventar mil y una formas distintas de eutanasia global; también queremos tener asientos VIP desde donde poder ver cómo cae la Bomba y, si es posible, quedarnos para el afterparty. …Seguir leyendo +

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Videojuegos: ¿hobby, obsesión o adicción?

El amarillismo siempre ha tratado de vincular crímenes con el consumo de videojuegos por parte de sus autores, o el uso de la palabra adicción. Una búsqueda en los manuales diagnósticos usados por la inmensa mayoría de psicólogos nos revela interesantes conclusiones.

Construir maquetas de barcos es todo un hobby. A quien le gusta le sucede que está dispuesto a dejarse un ojo de la cara en una carabela portuguesa del siglo XIV. Son comunes los comportamientos obsesivos en las últimas fases de la construcción, las más complicadas. Pueden descubrirse en medio de una conversación cavilando sobre cómo unir la vela de la mesana sin romper el trinquete, sin escuchar a su interlocutor. Lo absorbente del hobby puede llevar a desplazar a otras actividades, acabar una maqueta de 110 centímetros de eslora puede ser demencialmente exigente. Al terminar la última obra, la sensación de vacío es difícil de rellenar. Además, un verdadero maquetista siempre debe superarse. …Seguir leyendo +