Pocos juegos se han esperado más que Fez. Lo vimos por primera vez en 2008, mostrando un gameplay sorprendente que jugaba con las cámaras pero con muy poco contenido. Los que estuvimos en la feria GDC de ese año pudimos darnos un pequeño paseo por su pequeño mundo de entonces, viendo que estaba lleno de amor y buenas vibraciones.
Pasó el tiempo, y de vez en cuando se veía algo de Fez. Que si un pequeño vídeo, que si un «cuadro grande» (una especie de imagen móvil del juego), y con suerte, la aparición del juego en algún certámen (algun Penny Arcade Expo, por ejemplo), y poco más.
Hasta que al final se nos dijo que su lanzamiento era el 13 de Abril de este año. Zafarrancho de combate, preparad todos a los cañones, viento en popa a toda vela y a por ellos que son pocos y cobardes. Llegó el día y lo jugamos hasta la extenuación, y fue así porque Fez es un juego de apariencia amable pero que requiere de mucha energía para poder ser completado completamente.
La premisa básica nos pone en la piel de Gómez, un agradable personaje de color blanco que vive en un mundo bidimensional. Un buen día su universo se trastoca, y Gomez recibe un gorro que le permite alterar el espacio rotándolo y convirtiéndolo en tridimesional. Con este sencillo cambio en su vida Gómez tiene que iniciar un viaje en busca de un montón de cubos dorados para devolver el equilibrio al universo.
Fez se descubre como un juego totalmente basado en la exploración y la resolución de puzles, más que en la habilidad plataformera y no calcular bien un salto implica una muerte tan dulce que su única penalización es devolvernos a donde fallamos anteriormente, sin necesidad de pesadas cargas ni pausa de ningún tipo. Pero el conseguir llegar a un punto puede provocar que nos estemos un buen rato delante de la pantalla reflexionando cómo hacerlo, pues como si de un cuadro de Escher posible se tratase, en Fez la realidad es una mezcla de bidimensionalidad y tridimensionalidad.
Y para ello tenemos un par de acompañantes. El ruidoso, un cubo que nos va explicando de que va el mundo, el universo, el juego. Y el silencioso, un mapa al que podemos acudir cuando queramos, y que funciona como el mismo juego: Podemos rotarlo, darle vueltas, y se revela realmente útil al poco tiempo de jugar (aunque cuesta algo entenderlo, avisados quedáis).
Pero más allá de llegar al final del juego y disfrutar del camino, Fez se nos revela como algo más. Hay un verdadero proceso mental en el desarrollo y la exploración del título. Hay vida en el juego, algo que podemos comprobar al intentar interactuar con cada animalito de los que pueblan, pacíficamente, el universo donde tiene lugar la partida. Hay un lenguaje a base de signos extraños que aún no ha sido descifrado. Hay artefactos que esperan ser encontrados, mapas del tesoro, y todo tiene una gran coherencia.
Además, Fez es bello, incluso hermosísimo en su aparente simplicidad gráfica, con un aspecto que parece rendir homenaje a los clásicos de los 90, pero que no se queda ahí, pues su ambientación es mucho más contemporánea, o incluso, futura, a la que viene como un guante la fantástica banda sonora estilo New Age que preside la mayor parte del juego. Y no voy a dar más datos porque no quiero fastidiar la experiencia, el lograr descubrir la generosa cantidad de sorpresas de diferentes tipos que posee desde el inicio casi de éste.
Fez es uno de los juegos más recomendables, sorprendentes y disfrutables de lo que va de año. Por eso mismo, os aconsejamos encarecidamente que le deis amor, él os lo dará a vosotros.
Pues la verdad es que, si bien me ha parecido un planteamiento interesante, nunca ha llegado a apetecerme jugarlo la verdad… :/
Y si añadimos que tu no tenías una 360 xD
A mi me tiene loco pero no tengo ni un minuto libre, en cuanto llegue junio le voy a dar hasta que me duela 😀
A mi ya el concepto de llamarse como un sombrero me vuelve loco