Sorprendente aventura gráfica basada en las aventuras y desdichas del personaje del mismo nombre, un aprendiz de agente secreto bastante patoso. El juego bebe del clásico sistema de apuntar y hacer click, y recuerda a los juegos del estilo que se hicieron en España a mediados-finales de los 90. Como ellos, sufre de una falta de medios que intenta esquivar con un sentido del humor básico pero efectivo, y una gran cantidad de esfuerzo en los detalles (el juego es bastante largo), y lo consigue. Por ello, os podemos decir que James Peris: sin licencia ni control es un juego más recomendable de lo que pueda parecer en un primer momento, y un bocado apetitoso para los aficionados a este género.

Dadle una oportunidad porque realmente lo merece.