¡¡¡GOAL!!!

Dejemos las cosas claras: yo no entiendo de fútbol. Ojo, no quiero decir que no me guste este deporte, que no lo haya practicado o que lo considere una afición de bárbaros incivilizados, simplemente soy incapaz de recordar una alineación o de dirimir si es mejor jugarle a Irlanda con un 4-4-3 o con un 3-5-2. A mi lo que me gusta es ponerme a darle patadas a un balón o, eventualmente, ver algún partido con los colegas y sacar al entrenador vocacional que todos llevamos dentro. Todo esto lo digo para que entiendan mi actual insatisfacción con los videojuegos de fútbol, ambos un coñazo.

Entiendo que para los seguidores del deporte, los que compran los periódicos deportivos, siguen las tertulias radiofónicas y son capaces de distinguir a sus ídolos por el corte de pelo, mi afirmación sea una herejía. Sin rencores. Cada año PES y FIFA son mejores simuladores, más fieles a la realidad, con más equipos y mejores movimientos pero, igual que pasa en la realidad con el F.C. Barcelona y el Real Madrid, más de lo mismo.

Captura de "Goal! Goal! Goal!"Alguien me dirá que en esto del fútbol poco más hay que rascar pero no es cierto, o no lo era hasta que que Konami decidió cortarle las alas a la saga International Superstar Soccer hace unos años. En uno de esos curiosos giros del destino, una saga que había comenzado como epítome de la simulación y el realismo, se había visto obligada a cambiar su rumbo 180º. Abrazando la espectacularidad del arcade, ISS buscó a todos aquellos que somos jugadores antes que futboleros, desgraciadamente ya no había nadie para escucharlos. Nos habían perdido hacía años, tal vez cuando en el FIFA quitaron el fútbol sala, tal vez antes.

Qué diferente habría sido en los 80 y los 90, sobre todo en las sala recreativas, donde los que hacían juegos de darle al balón no tenían ni idea de grandes figuras, complicadas tácticas y elaboradas licencias. O les importaba bien poco, casi tan poco como a nosotros. Captura de "Goal! 92"Porque ya me dirán qué necesidad hay de entender los entresijos del balompié para disfrutar como un enano del minimalista Tekhan World Cup. Tampoco es extraño recordar con cariño el simplísimo Euro League, ese clon pirata del Tecmo World Cup ’90 con equipos del viejo continente en vez de las habituales selecciones.

En esa época muchos no queríamos calentarnos la cabeza con fichajes, tácticas, lesiones y demás parafernalia que han ayudado a reproducir los equipos modernos. Lo que de verdad buscábamos era la espectacularidad, los partidos vibrantes, los goles en el tiempo de descuento y un juego rápido. Queríamos Goal! Goal! Goal!, queríamos Big Striker, Goal! ’92, Super Sidekicks. Incluso experimentos como Football Champ de Taito, más conocido como «el de darle puñetazos al árbitro«, o Soccer Brawl, la locura futurista de SNK repleta de tiros supersónicos, rebotes y porteros con cohetes, valían para aplacar nuestras ansias de meter una pelota entre tres palos.

Los más puristas dirán que aquello no era fútbol, que solo hacía falta buscar el lugar adecuado para tirar o que se ignoraban algunas reglas básicas pero ¿qué más da? Buscábamos jugar a fútbol, no vivir el fútbol. Si hubiésemos querido vivir el deporte habríamos estado jugando en la calle. Y al final es lo que hacíamos. Jugar.

  1. Cuanta razón tienes, especialmente recuerdo esa época, que como dices tu : «no queríamos calentarnos la cabeza con fichajes, tácticas, lesiones y demás parafernalia» … suerte que tengo mi Virtua striker 2 en la estantería (jugamos?) 🙂

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