River City Knights of Justice : Kunio Kun se va al medievo

Es curioso lo de la saga Kunio Kun, porque en Europa fue muy conocida por dos nombres: Renegade (la que mas), y Street Gangs (la que menos). El caso es que en EEUU fue conocida por el nombre River City Ransom (que vendría a ser nuestro Street Gangs), y como la historia se reescribe conforme interesa a los que mandan, pues ya sabéis, ahora en Europa nos tenemos que tragar ese nombre nos importe o no.

Dicho esto, ha habido un resurgimiento de la saga gracias a Natsume, Arc System Works y los sistemas de distribución digital, además de las diferentes plataformas de Nintendo (y de un par de Kickstarters). Por ello, en estos últimos tiempos, hemos recibido el fantástico River City: Tokyo Rumble, el homenaje River City Ransom Underground, y los secundarios River City Super Sports Challenge y River City Melee : Battle Royal Special. Además, en breves se espera que podamos catar River City: Rival Showdown.

Nuestro joven héroe se adentra en terrenos medievo fantásticos

El juego que nos ocupa sufre un pequeño cambio respecto a lo que suele aportar esta saga, y es que nuestros protagonistas no se conforman con arrearse cuerpo a cuerpo y de vez en cuando coger un arma, sino que en esta ocasión toda la historia está ambientada en un universo de fantasía heroica, y nuestros diferentes personajes pueden coger armas, bastones con magias, etc… Esto hace al juego ligeramente diferente, pero en cualquier caso la base es la misma: arrear a todo enemigo que se nos cruce en el camino, y si no podemos con él (o ellos) irnos corriendo en la dirección que nos apetezca.

El juego se centra en pequeñas misiones que nos iremos encontrando cuando hablemos con los aldeanos en los poblados del juego. Muchas de ellas son repetitivas o iterativas, de manera que primero tendremos que realizar una acción 5 veces, y luego 10. En cualquier caso el sistema acaba enganchando lo suficiente como para seguir avanzando tanto en la sencilla historia como en el descubrimiento del mapa (que imita el de cualquier juego de rol japonés clásico), de manera que cada vez iremos conociendo más poblados, conseguiremos armas distintas, y se nos unirán personajes distintos a nuestra comitiva.

Ir de tiendas es una constante en la saga.

Visualmente el juego es más simpático que cumplidor, con un estilo que mezcla el gráfico al más puro estilo 8 o 16 bits para los personajes principales con un sencillo uso de las tres dimensiones para los fondos. Es un paso atrás respecto al juego citado anteriormente de esta misma saga y plataforma, pero lo cierto es que si no somos demasiado exigentes nos da un poco igual. A nivel sonoro pasa algo parecido, con melodías machaconas que se ven reforzadas por sonidos estridentes que aparecen en bastantes ocasiones.

Al final, a pesar de todos estos defectos, y muchos otros, el juego se deja jugar y nos lo acabamos pasando un poco por empuje un poco porque es divertido. Así que, es indudable que no es el mejor juego de la saga, ni el mejor juego de yo contra el barrio en el que se puedan manejar espadas, pero sus virtudes superan sus defectos, y nos deja con ganas de más juegos de esta saga para esta plataforma… o para otras donde jugar a dos jugadores sea algo más sencillo.

Los enemigos no suelen plantar demasiada batalla.


Chaos Code

Una de las cosas sorprendentes que puede pasar cuando entres en un recreativo en Japón, además de que en algún lugar muy lejos de allí me estarás provocando una envidia inmensa, es que llegues a la planta de los juegos de lucha. Además de los últimos Virtua Fighter, Street Fighter IV (ya van por el Ultra, no lo olvidemos) y Tekken, nos encontraremos algunos juegos de lucha de primer nivel que aquí se han visto pero que no son tan conocidos: Blaz Blue, Persona 4 Arena o el último King of Fighters. Pero con poco que rasquéis, y además de viejas (o no tanto) glorias como Power Instinct o Fist of the North Star, nos encontraremos juegos de lucha de los que no hemos oído hablar más que en oscuros círculos japoneses. Aquapazza, Melty Blood, Fate/Unlimited, Arcana Heart, Under Night In-Birth, o el juego que nos ocupa, Chaos Code.

Lo cierto es que luego, me van a perdonar los puristas, te pones a jugar a cualquiera de ellos y es como encontrarte con un viejo colega o escuchar una nueva canción de Manowar: no es que el género de la lucha en dos dimensiones se caracterice por la innovación, así que con poco que hayas jugado algo a este tipo de títulos, en seguida estarás avanzando ronda tras ronda hasta que el juego decida ponértelo un poco más difícil.

Y eso es lo que pasa con este Chaos Code. Un juego de unos aficionados a los juegos de lucha que actualmente están radicados en Taiwán (originalmente en Australia) que tenían ganas de hacer algo parecido a lo que habían hecho sus ídolos tiempo atrás y que, tras ponerse manos a la obra, hasta han conseguido que se lo edite Arc System Works. …Seguir leyendo +


Hard Corps: Uprising

Arcade. Palabra mágica en los 80, legendaria en los 90, y caduca en los 2000. Término que nos lleva a una época y a unos lugares en los que la clave era participar. Cada segundo donde el jugador no estaba decidiendo algo a base de pulsaciones de botones era un momento perdido. Los que lo hayamos vivido seguro que nos acordamos de esos momentos donde algunos juegos decidían contarnos su historia usando texto, al instante nos aparecerá la imagen en la memoria del usuario de turno apretando con velocidad (a veces con rabia) el botón más grande que tuviera la máquina para que nos contasen rollos y nos dejasen jugar, que era por lo que habíamos pagado.

Con permiso del moderno, frenético y gran fracaso comercial (que no de crítica) que es Vanquish, Hard Corps: Uprising puede ser el arcade más puro que hemos recibido en las consolas más potentes de la actualidad. Y si bien es cierto que no aprovecha todas las posibilidades que ofrecen, si hace uso de éstas lo suficiente como para dar un espectáculo impactante en todos los sentidos, tanto a nivel visual, como sonoro o sobretodo jugable. …Seguir leyendo +

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Avance – Hard Corps: Uprising

Es curioso ver cómo el tiempo pone y quita reyes. La saga Contra (para mi siempre será Probotector, o incluso Gryzor) es un producto 100% de la década de los 80, cogiendo elementos de mitos peliculeros como Aliens, Predators o Rambo. Sin licencia de ningún tipo nos ponía a los mandos de dos guerreros (que hubieran estado encarnados por Silvester Stallone y Arnold Schwarzenagger de haber tenido presupuesto) en una ensalada de tiros por distintos parajes, siendo el más recordado el tropical nada más empezar la primera parte.

La saga tuvo su apogeo para el gran público en las entregas Contra III: Alien Wars (Super Probotector) y Contra: Hard Corps. Esto es, en plena fiebre de los 16 bits y de los arcades bidimensionales. Tras el auge de las 3D la saga no se adaptó bien a ellas, y si bien ha habido títulos reseñables como Contra Shattered Soldier o Contra 4, no han llegado al recibimiento que tuvieron las entregas para Super Nintendo y Mega Drive. …Seguir leyendo +

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BlazBlue: Calamity Trigger

Sabemos que ya está a la venta BlazBlue: Continuum Shift en las tiendas, pero queremos empezar hablando de esta primera parte de la saga BlazBlue. Y es que esta surge de las manos de Arc System Works (recordemos, formada por antiguos desarrolladores de SNK y Capcom) con la misión de superar a su antigua creación, Guilty Gear, de la que perdieron los derechos (a favor de Sega Sammy). …Seguir leyendo +

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