Los videojuegos han supuesto un incremento en la velocidad de respuesta (por el sinfín de movimientos que se realizan con los mandos, ratones y demás) e incluso en la agilidad mental. Además, con algunos videojuegos podemos entrenar y mejorar nuestra visión periférica.
Sin embargo, siempre hay una vocecilla (a veces más) que señala a los videojuegos como una de las causas de porqué los adolescentes desatienden sus obligaciones y dedican una gran parte del tiempo en las consolas. Lo que ignora esa voz es que aquellos videojuegos que se clasifican como “violentos”, “absurdos” y “sinsentido” tienen un trasfondo inimaginable. Muchos son los videojuegos que, en vez de basarse en un contexto ficticio, se sitúan en algún momento histórico para establecer la sinopsis de la entrega.
Para empezar, hablaremos de aquellos que la mayoría considera violentos. Cierto es que los juegos de disparos (ya sean en primera o tercera persona) no dejan mucho lugar a pruebas de lógica. Y más si su contexto es una guerra en la que exterminar al enemigo suele ser el objetivo. Aún así, hay muchas veces en las que es necesario mirar más allá. (más…)