Recientemente nos ha sorprendido el fallecimiento de Wes Craven, director de cine de terror de referencia de las últimas décadas del siglo XX y que con títulos como Pesadilla en Elm Street o Scream marcó las pautas del terror cinematográfico moderno. Sin duda alguna, de toda su carrera como director —no es desdeñable la que tiene como productor— la saga de Pesadilla en Elm Street es la que más fama le ha granjeado con un personaje tan icónico como Freddy Krueger.
A pesar de convertirse en una referencia pop de la sociedad occidental y de la extensa lista de títulos que compone sus saga, Pesadilla en Elm Street no ha tenido tanta penetración en el mundo del videojuego como podría esperarse. El hecho de que en la década de los 80, y principio de los 90, los videojuegos se encontraban más enfocados a un público infantil puede que hubiese sido la clave de este hecho. Es cierto que películas similares y anteriores como La Matanza de Texas o Halloween si tuvieron sus equivalentes en entretenimiento digital para Atari 2600, pero no sería hasta la época de NES cuando la sociedad y las distribuidoras —especialmente Nintendo— se preocuparon en serio sobre el contenido de los videojuegos y su público objetivo. No obstante, no nos encontramos con un camino completamente vacío, así que vamos a repasar los distintos títulos que fueron lanzados.
A Nightmare on Elm Street – Westwood Associates (1989)
No deja de ser curioso que aunque la película fuese estrenada en 1984 no fuera hasta cinco años más tarde cuando apareció el primer videojuego. Se trata de un título para PC y Commodore 64 desarrollado por Westwood Associates, una compañía que ese mismo año había lanzado un videojuego de escasa calidad basado en Moonwalker —la película protagonizada por Michael Jackson— aunque en esa ocasión la distribución del juego fue llevada acaba por U.S. Gold y A Nightmare on Elm Street fue distribuido por Monarch Software.
Sin ser un videojuego muy conocido por el gran público, se trata de la versión más fiel a la película que iniciaba la saga. Nuestra misión es elegir uno de los personajes protagonistas: Kincaid, Kristen, Will, Nancy o Taryn, y tenemos que intentar liberar al resto de nuestros amigos —Joey ya ha sido víctima de Freddy— evitando ser alcanzados por nuestro famoso antagonista.
Según el personaje que se elija tendremos diferentes valores de poder, con ese valor podremos utilizar la habilidad especial correspondiente a cada personaje, y alma, que hará las funciones de barra de vida. En un primer nivel tenemos que movernos por las distintas calles del barrio en busca de la casa de Freddy, la cual aparece en un lugar aleatorio en cada partida. Este primer nivel es bastante sencillo ya que aunque Freddy nos persigue, no nos quitara demasiada energía al encontrarnos con él, el barrio que se recorre no es muy grande y al llegar a la casa correspondiente, nuestras barras se regeneran.
A partir del segundo nivel, el tipo de juego cambia, pasando al interior de la casa con una perspectiva cenital donde se mezclan los elementos de acción, aventura y puzle. La casa se encuentra infestada de criaturas fantasmales que nos atacarán, siendo nuestro objetivo bajar a la siguiente planta hasta llegar al enfrentamiento final con Freddy. Para ello, habrá que hacer uso de todo tipo de objetos, palancas y mecanismos para dejar libre el acceso hasta las escaleras que nos permitan descender al siguiente nivel. Según vamos bajando niveles, la lógica empieza a ser menos terrenal y los puzles se complican sobremanera, teniendo incluso que empezar a usar el “prueba y error” para saber como resolverlo, algo nada fácil puesto que la dificultad sube exponencialmente.
El juego en sí, pese a ser entretenido e interesante, no destaca especialmente entre otros títulos similares de la época. Sin embargo, tanto por fidelidad como profundidad en el desarrollo de la aventura, probablemente sea la opción más acertada —que no la más conocida— de los dos videojuegos basados en la saga. Por otro lado, si habéis probado el Michael Jackson’s Moonwalker, con el que comparte cierto estilo artístico, esta versión de A Nightmare on Elm Street os parecerá una auténtica maravilla.
A Nightmare on Elm Street – LJN (1990)
Un año más tarde llegó la versión para NES, la más conocida sin ninguna duda y más aún tras ser el centro de uno de los capítulos de The Angry Video Game Nerd —os podéis hacer una idea de la calidad del mismo—. Como comentamos al principio del artículo, Nintendo siempre tuvo para su consola de 8 bits una vara de medir muy severa respecto a los videojuegos a los que daba licencia y su relación con el público infantil. Esto hacía imposible que el juego fuese fiel a la película y el título terminó como un videojuego más de plataformas de la NES.
Pero este no es el único handicap ya que Rare confió para este trabajo en LJN, una empresa que si bien tenía una amplia experiencia en la adaptación de licencias cinematográficas por regla general éstas tenían una calidad bastante pobre y A Nightmare on Elm Street no iba a ser una excepción.
En muchas ocasiones se ha comentado que el juego comparte elementos con Simon’s Quest, la entrega menos afortunada de la serie Castlevania, pero este juego se encuentra muy por debajo. Se trata de un plataformas bastante simplón que, más allá de los enfrentamientos con Freddy, nos presenta toda una variedad de enemigos cliché como vampiros, momias, y monstruos de Frankenstein entre otros muchos, que no hacen más que alejarlo del concepto original hasta el punto en que podría verse simplemente como un videojuego basado en la noche de Halloween.
El objetivo es ir recogiendo los diferentes huesos de Freddy Krueger por los distintos niveles, representados por distintas casas de la vecindad, en un argumento que recuerda vagamente a la tercera película. Nuestra búsqueda se encuentra a caballo entre dos mundos: el real y el de los sueños. En el mundo real, nos enfrentamos a una serie de animales como serpientes o arañas, y contamos con una barra de sueño que, al vaciarse, nos lleva al mundo del sueño donde seremos atacados por los enemigos tópicos que comentábamos antes.
En definitiva, un simple plataformas que, sin estar mal del todo, se hunde en el enorme catálogo de plataformas de calidad con el que cuenta la 8 bits de Nintendo. El lanzamiento de este videojuego tan solo ha servido para aumentar el mito, merecido o no, asociado a los videojuegos de LJN.
BONUSTRACK: A Nightmare on Elm Street – Gottlieb (1994)
Con tan pocos juegos que analizar, se hace casi indispensable traer a la palestra algo que no es exactamente un videojuego. Con motivo del décimo aniversario de la película original, Gottlieb lanzó una máquina de pinball basada en el film. Más allá del mecanismo propio de este tipo de juegos, cabe destacar un diseño muy acertado de la misma, tanto en el tablero desde el punto de vista jugable como en el artístico. Un estilo de terror casi barroco, donde destaca una cabeza de Freddy, lo hace una máquina muy interesante y con un cierto valor hoy en día en este tipo de coleccionismo.
Test