Andreu Campos Ayala, o sea, Acayala, que es como firma, es un tipejo que de pequeño cogió un lápiz y se empeñó en mover garabatos. Ante la frustración que aquello le produjo decidió ser Tambolirero, pero como aquello era muy cansado, volvió a coger los lápices, que decían las malas lenguas que con eso se ligaba mucho. A edad tardía descubrió que no era así… Para esas fechas, ya había pasado por unas Bellas Artes, trabajado los extensos campos de animación Alemanes y movido palitroques en más de alguna aberrante serie de animación flash, para acabar dedicándose al tan agradecido oficio de los dibujos animados, en dónde por ser dibujante siempre sale en los créditos.