Phantasy Star V

Phantasy Star V

Por Author Ramón Nafria Nagore el 28 de diciembre de 2011.

Por fin podemos analizar debidamente la última entrega del mejor juego de rol japonés de todos los tiempos. Tras la salida al mercado de Phantasy Star Online, parecía que Sega había olvidado lo bien que había funcionado esta saga de rol por turnos. Es curioso que hayan decidido sacarlo tras tanto tiempo, y encima para una consola olvidada como la Dreamcast, pero parece que un equipo compuesto por Reiko Kodama, Yuji Naka, Akinori Nishiyama, Tokuhiko Uwabo, Izuho Takeuchi y otros desarrolladores hacía horas extras por la noche en las oficinas de Prope para lanzarlo estas navidades. Y aquí esta: Phantasy Star V.

Antes de nada, será mejor dejar claros los antecedentes de esta larga historia. Phantasy Star es una saga que da comienzo en Master System en el año 1987, ofreciendo, posiblemente, el juego mas avanzado técnicamente hasta entonces. En sus 4 megabits de cartucho se encuentran 3 planetas que pueden atravesarse a pie o usando algunos vehículos, con la posibilidad de salvar partida gracias a una pila que almacena los progresos del jugador. Además de combates por turnos en primera persona, el jugador puede moverse también en primera persona por las diferentes cuevas y túneles del juego, algo similar a lo visto en los dungeon crawlers occidentales.

La segunda entrega ya aparece en la poderosa consola de 16 bits de Sega, MegaDrive. Sigue desarrollando el mismo universo que el original, 1000 años más tarde. Algo que no hace la tercera parte de la saga, establecida en un conflicto medieval, pero sí la cuarta y culmen de la saga antes de dar el salto al juego online. Con un desarrollo de personajes bastante interesante, sistemas de combate variados y momentos realmente épicos dentro de la trama (que posteriormente otros juegos han hecho famosos), es sin duda un juego a disfrutar por todos los amantes del denostado género de los JRPG.

Y, por fin: Phantasy Star V. Por supuesto, transcurre otros 1000 años después de Phantasy Star IV. Por supuesto, con una nueva Alis Landale en el reparto, la protagonista original del primer título traída directamente desde el pasado; un detalle de guión perfectamente justificado. Pero no hablemos de la historia más de lo imprescindible: tenemos una mujer, un mago misterioso y un entorno futurista no demasiado lejano en el que se combina magia con tecnología. La trama es mas adulta que la de la mayoría de juegos de rol japoneses, permitiéndonos huir del tópico “niño salva al universo”. Las tribulaciones entre los distintos bandos arrastrarán a los personajes a situaciones límite, para finalmente adentrarse en un grupo terrorista llamado Avalancha únicamente en pos de su supervivencia. Lamentablemente para ellos, en cada nueva misión terrorista libertaria se verán aun más inmersos en el fuego del que pretendían huir. La muerte de su compañero, así como de algunos de los personajes jugables de cara al final de la historia, precipitará un final inesperado, espléndido, digno de una tragedia griega, donde al final incluso la protagonista muere.

Gráficamente, el juego sale de los píxeles para dar el salto a un mundo poligonal. Incluso permite el uso de los novedosos, y ya absolutamente extendidos, televisores 3D. Toda una experiencia audiovisual. En palabras de Yuji Naka, creador de Sonic y progenitor de la presente obra: “desde que vimos Avatar por tercera vez en el cine tuvimos claro cual debía ser el aspecto de nuestro producto“. Por suerte, para los amantes de las dos dimensiones se siguen utilizando diseños dibujados para representar las conversaciones, un detalle que otorga gran personalidad al título.

El sistema de combate también ha evolucionado. Ahora vemos a los enemigos en todo momento, y decidimos si combatimos con ellos o no. De hecho, en multitud de ocasiones los enemigos huirán si se ven en clara desventaja, lo que nos permite jugar de manera más relajada. Eso sí, los enemigos finales siguen siendo igual de duros que siempre, y si queremos avanzar en la historia no hay más remedio que pasar por ahí.

Ademas, se le ha añadido cierto componente de sandbox, permitiendo que nos movamos por la galaxia con cierta libertad, incluyendo combates de naves y el uso de magia dentro de estos combates. De esta manera podemos realizar misiones secundarias que tienen relevancia en el desarrollo de la historia, lo que puede provocar que la partida de cada jugador sea completamente diferente. Una experiencia irrepetible e inolvidable, absolutamente recomendable.

Sobre Ramón Nafria Nagore...

Superviviente a la Asociación de Desarrolladores de Ocio Interactivo Digital (DOID), Ingeniero titulado en Informática, actualmente dedica su tiempo profesional a la producción de videojuegos. Su experiencia en la industria del videojuego le ha llevado a escribir en revistas (como Ociojoven y Vandal), ejercer de tester en Gameloft o a ocuparse de tareas de diseño y producción en Digital Legends. Actualmente es uno de los fundadores de A Crowd of Monsters.

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