Papers, Please… más por menos

¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?

Esta frase, que pronunciaba Chico Marx en Sopa de ganso, mientras lucía un evidente disfraz del presidente de Freedonia, es perfectamente aplicable a la novela 1984 de George Orwell. Y es algo curioso, pero no carente de sentido, puesto que ambas obras eran una farsa y se congratulaban de molestar a poderes políticos. Y esa idea, tan en boga últimamente en un país de políticos de credibilidad supuestamente inmaculada y expertos en todo, es la que articula Papers, Please en todos y cada uno de los ficticios días en los que sucede.

El juego empieza con el nombramiento del jugador como inspector de inmigración para la ficticia nación comunista de Arstotzka. Consiste en evitar que la gente que supone una amenaza para los ciudadanos del país, inocentes todos por supuesto, no consiga entrar en la nación. Pero, cada vez que recibimos una nueva orden o una lista de criminales que arrestar, es inevitable que salten todas las alarmas: ¿qué ha hecho esa gente?, ¿qué les sucede tras la detención?, ¿y si fueran asesinos?, ¿y si fueran a derrocar el gobierno?, ¿podría ser que fuera aceptable desobedecer? …Seguir leyendo +

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El gobierno de Austria ha bloqueado el acceso a un juego Flash con contenido racista

El gobierno de Austria ha bloqueado el acceso a un juego Flash con contenido racista. El juego en cuestión formaba parte de una campaña política de Freedom Party, un grupo político de extrema derecha en contra de la inmigración.

El juego, consistente en disparar a árabes y derribar mezquitas finalizaba con el siguiente mensaje «Estiria está llena de mezquitas y minaretes! No dejes que eso suceda: El 26 de septiembre, ¡vota a Dr. Gerhard KURZMANN y a la FPO!»

El juego causó un gran revuelo en Austria, tanto que el presidente de la comunidad islámica declaró «Este odio a la religión es inaceptable e irrefutable«. Más tarde, el pasado 5 de septiembre, el presidente Heinz Fischer tras tacharlo de «absoluto sin sentido» anunció que el juego sería bloqueado.

Actualmente los visitantes que accedan a la página pueden observar el mensaje «Querido visitante, debido al control político de nuestros oponentes, este juego ha sido bloqueado«.

Tras el bloqueo algunas páginas de grupos neonazis publicaron el juego. Alexander Segert, el empresario que vendió el juego a la FPO, presentó una reclamación ante el proveedor de servicios que alojaba la página alegando que infringía su copyright. La página permaneció caída durante varios días, al volver a estar en línea había desaparecido el juego pero mostraba en su lugar un video de youtube con un montaje del juego.

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