Castle Master, rol añejo en 3D

A la hora de pensar en videojuegos de rol en el mundo de las videoconsolas, en seguida se vienen a la cabeza todo un tropel de títulos, la mayoría de estética o temática japonesa, en lo que en los últimos años se denomina como JRPG. Si nos metemos en el campo de los ordenadores personales y, sobre todo, nos vamos atrás en el tiempo, el panorama cambia bastante. En este tipo de plataformas es el rol occidental el que prevalece, un estilo muy diferente, quizá más variado argumentalmente hablando y con una influencia más profunda del rol tradicional más allá del ocio electrónico. Videojuegos como Heimdall, Bloodwych, Dungeon & Dragons o, incluso, HeroQuest, ponen de manifiesto que el consumidor medio de videojuegos de rol de ordenadores era diametralmente distinto al de consolas.

Y dentro de esta gran cantidad de títulos, en 1990 se lanzó un título que destacó por algo que no suele ser habitual en este género y mucho menos en ordenadores personales. Castle Master fue un videojuego que logró fama más por sus características técnicas que por la propia obra en su conjunto, ya que nos presentaba un entorno totalmente tridimensional en el que, prácticamente, nos podíamos mover con total libertad. Un concepto que distaba bastante de otros juegos de la época en perspectiva cenital o isométrica, y mucho más de aquellos basados en turnos. …Seguir leyendo +


El medievalismo va a llegar

Para mi es curioso como dos juegos muy parecidos salen a la vez sin que haya una razón aparente, aunque con los deportivos ocurre casi siempre y no extraña a nadie. Un ejemplo muy sorprendente fue el lanzamiento, casi simultáneo, de Second Sight y Psi-Ops: The Conspiracy, dos juegos sobre un soldado con poderes psíquicos. Por eso, y tras mucho tiempo donde los títulos tipo arena o de combate entre muchos usuarios se han centrado en las armas de fuego y el ataque desde la distancia, es sorprendente que dos juegos como War of the Roses y Chivalry: Medieval Warfare aparezcan con tan poco tiempo de diferencia.

Además, sobre los juegos «realistas» basados en el medievo occidental hay que añadir un par de cosas especialmente relevantes que ayudan a entender que desaparezcan y aparezcan cada cierto tiempo. Primero, que no se trata de los primeros intentos de realizar juegos competentes de este tipo, de hecho, ahí están para atestiguarlo Die by the Sword y su secuela Dragon Blood (unos de los primeros juegos de Treyarch). Y también, que por razones obvias el medievo occidental no tiene tanto arraigo en los principales lugares donde se desarrollan videojuegos: EE.UU. y Japón.

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Medieval Castle Defense

Estamos ante un título más del género tower defense. Para bien y para mal, no se aleja demasiado del redil e incluye todo lo imprescindible para no perder el nombre del subgénero al que pertenece. Las mejoras para cada tipo de armamento y el creciente arsenal en cada misión no faltan. Tampoco la lista interminable de niveles, dignos de cualquier captura de pantalla del viejo Snake de Nokia. Tal vez lo más interesante sea su aspecto, propio de un tablero de juego de mesa y recordando casi al querido Carcassone. Puede que los poco gastados sonidos ayuden a mejorar esa impresión general.

En ocasiones no se necesita una excusa demasiado grande para buscar un videojuego o perder las horas con algún producto de dudosa calidad. A veces sencillamente apetece un título que cumpla. Y es en estas circunstancias cuando el presente título tiene algún sentido. Tal vez cumple, pero justito. …Seguir leyendo +

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