¿Nos acercamos hacia el dominio del «Free to Play»?

Aunque es posible que la mayoría de los lectores penséis distinto, el modelo de negocio que parece imponerse en el mundo es, hoy por hoy, el Free to Play. Y no hace falta más que ir a una feria de cualquier lugar de Asia para ver que eso de los «Triple A» les da un poco igual. Lo que se lleva son los juegos de móvil o de PC, pero aquellos por los que no hace falta pagar para empezar a jugar. Títulos como el recién desembarcado en España Crossfire, League of Legends, World of Tanks o MappleStory son los reyes del PC, mientras que Candy Crush, Clash of Clans y los juegos de redes sociales como Line o Kakao son los que mandan en móviles. Nombres más o menos nuevos y en general para nada relacionados con los gustos que hemos tenido siempre los jugadores de videojuegos.

Pero aquellos de vosotros que renegáis del F2P, los que preferís gastaros el dinero en un juego de oferta en una tienda digital como Steam que, tal vez, no vayáis a jugar nunca, o pagar un mes del Playstation Plus a pesar de no tener tiempo para jugar, o incluso pillaros por un precio ridículo todo un Bundle antes que descargaros y probar uno de esos maléficos juegos —de los cuales hasta la Policía Nacional se ha hecho eco en un par de ocasiones—, tal vez en unos cuantos años acabéis jugando a uno. …Seguir leyendo +

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Los recreativos: lugares olvidados de tiempos más civilizados

Cuando yo era muy chaval y los videojuegos aún no habían invadido mi casa ni mi vida, mi padre me advertía de los peligros de los recreativos. Lugares oscuros y terribles donde la gente se dejaba el dinero mientras otros les intentaban robar, otros se drogaban o, en ocasiones, ocurría todo a la vez. Y tengo que decir que una vez me metí sin querer en uno de ellos en un pequeño pueblo de Alicante (durante la época de Pacman, Missile Command y otros clásicos) y os aseguro que su definición no difería en exceso con la realidad.

Hay que decir que mi padre estaba influenciado por la situación familiar. Recuerdo que cuando tenía siete años o menos, mi abuela se dejaba la pensión en tragaperras —máquinas de gambling, que dicen ahora—. Los dos negocios estaban muy relacionados, así que es normal que mi padre les tuviera manía. …Seguir leyendo +

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Publicidad y videojuegos: una historia de amor… y conveniencia

La publicidad. Ese nuevo poder que a algunos fascina y a otros repele. Ese «arte» –entiéndase como el resultado de una estrategia y un trabajo creativo materializado en imágenes y sonidos– que nos acompaña desde los primeros hasta los últimos rayos de sol cada día de nuestras vidas, a veces sin que seamos conscientes de ello. …Seguir leyendo +

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Psicología en el asalto

Desde hace poco comencé a plantearme el objetivo de mis decisiones durante las partidas. Esto es pensar en la situación, imaginarse el objetivo y decidir cual es la opción más rápida y exitosa para llegar a la meta. Así que modifiqué ciertos hábitos para conseguir resultados más eficientes. Y si algo he descubierto es que la mayoría de las acciones que acometo son simples repeticiones estipuladas por la sociedad en la que me muevo, y no por ello han de ser incorrectas, es solo que se pueden mejorar. …Seguir leyendo +

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Historias, tal vez, demasiado humildes

Esto del mundo de los videojuegos es una cosa curiosa. Por un lado, los videojuegos son cultura. Para algunos, incluso son obras de arte. Como tales, tienen un propósito, son un medio para expresarse de un modo que de ninguna manera podría ser reproducido por una película, un libro o cualquier otro medio, ya que el videojuego tiene una característica exclusiva: es interactivo.

Pero los videojuegos, o al menos todos aquellos que son comerciales, necesitan seguir el camino marcado por las reglas del marketing para poder llegar al público y triunfar. Tal vez algunos soñadores prefieran convertirse en creadores de algún título de culto y no de un éxito de masas, pero a la mayoría le gustaría obtener un éxito de masas de un título de culto.

La primera estrategia de marketing de cualquier desarrollador, especialmente los independientes, tiene lugar en el momento de idear un nuevo título. En ese instante, en la tormenta de ideas, esa chispa que viene de un éxito previo o ese proyecto del que se espera un futuro éxito de masas son el primer punto de apoyo para que el juego final sea conocido y se hable de él en todos los círculos habidos y por haber. Posteriormente, en especial si el juego tiene un editor, viene toda la planificación de marketing y de comunicación con medios, desde su punto de vista global hasta la repercusión local. Trabajar con un editor u otro en un mercado local puede resultar muy importante, y si no preguntadle a Nintendo España lo bien que trabaja con los juegos desarrollados aquí.

Finalmente, vienen las acciones desarrolladas cuando el juego está en la calle. Esto se nota mucho más en los «juegos servicio», como los free to play, tanto para móvil como para PC. Así que no es de extrañar que aún te encuentres anuncios de Clash of Clans, un juego súper conocido con casi dos años de vida a sus espaldas. Además, no hay que olvidar las tácticas de guerrilla, o el boca-oreja, que puede hacer milagros, ¿verdad, Flappy Bird? Aunque en algunas ocasiones se da la magia y vemos juegos que son humildes en su desarrollo, en sus planteamientos y que, por avatares del destino, realizan toda una demostración de músculo en marketing. Entonces sí suelen convertirse, en el mejor de los casos, en obras de culto… aunque otras veces no llegan ni a eso. De memoria podría mencionar ahora mismo tres casos que, para mí, son historias tan humildes que apenas apenas se han dado a conocer.

El primero de ellos es Incoboto: un juego que analizamos cuando apareció y que, sinceramente, no he visto que le dé importancia ni tan siquiera su autor, al que recuerdo en una conversación en la red social Twitter diciendo que su juego era más un compendio de errores que de aciertos. Dene Carter, tal vez por ese perfeccionismo que hace que vea su trabajo más negro que blanco, debió de decidir no dar demasiado la murga a la prensa o hacer marketing, tal vez esperando hacerlo mejor en su siguiente juego.

Otra de estos casos es un juego del que ni siquiera hemos hablado en Videoshock, Attack of the Friday Monsters: A Tokyo Tale. Esta obra, de la que nuestro amigo Pablo Algaba habla mucho mejor de lo que yo vaya a hacer ahora, es una rareza en el mundo del videojuego, y lo es a pesar de que tiene un parecido a otros juegos, que ni han salido aquí ni han sido traducidos del japonés, con los que comparte mucho: un tono ligero, nada épico, donde realmente ocupamos la vida de un chaval durante un tiempo en alguna zona no demasiado poblada de Japón. Curiosamente, el editor en España es Level 5, el mismo que otros grandes éxitos como Inazuma Eleven o la serie megaventas Profesor Layton. Una historia bellísima de la que, por casualidad, cuando más se ha hablado ha sido recientemente, a causa de la rebaja que tuvo en la eShop de Nintendo.

El último caso es el de un juego todavía más raro: Chulip. Un título para PlayStation 2 de la defenestrada Punchline, publicado en Estados Unidos como exclusiva para la cadena Gamestop, que ha aparecido en inglés en la Playstation Network gracias a Natsume. En este título, nuestro protagonista debe descubrir la manera de encontrar el amor en un pequeño escenario realmente extraño, donde el arma principal son sus propios besos. Una obra que, si bien en Famitsu recibió una nota realmente buena (el equivalente a un 8), en Metacritic promedia un 57 y en otros lugares tiene aún peores notas. Este juego se puede disfrutar en España de una manera un poco alegal (vamos, yo me lo he comprado con la cuenta americana de PSN, y porque en EEUU adquirí dólares de la tienda virtual de Sony) y, evidentemente, es difícil que alguien hable demasiado de él.

A buen seguro habrá más casos relevantes. Historias sobre videojuegos que, curiosamente, acaban recibiendo una campaña de marketing acorde con las ambiciones de sus creadores. Obras más bien tirando a pequeñas, pero de calidad, que acaban sin ser disfrutadas por muchos más jugadores porque sus herramientas de marketing son, tal vez, demasiado humildes.

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Final Fantasy VII y su fanservice

Antes de que comiencen a leer estas líneas quiero advertirles de que doy por supuesto que todos ustedes conocen los hechos narrados en el clásico Final Fantasy VII, ese JRPG que a muchos nos encandiló en Playstation y PC. No voy por tanto a obviar ningún detalle de su argumento al hablar acerca de las obras que nacieron a su sombra y he podido jugar. Si por el contrario no han jugado a este JRPG y han conseguido evitar conocer todos los detalles argumentales, me descubro ante ustedes por su habilidad y les aconsejo que dejen de leer tras el punto y aparte que indica el final de este párrafo. …Seguir leyendo +

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Living apart together

Dos guapos del Hollywood clásico, pongamos Cary Grant y Kim Novak, aparecen en pantalla. Es un plano corto y estático, pero aún así se advierte de fondo la Torre Eiffel dejando claro que están en París. Se les ve la cabeza y poco más que el hombro, y se miran a los ojos. El fondo está desenfocado y suena una banda sonora de violines que pasa de unos acordes intimistas a una atronadora fanfarria.

Seguramente ya sabréis qué es lo que sucede en esta película inventada; acabo de describir ni más ni menos que el preludio a un «beso de cine». Uno de esos momentos que muy pocas veces he visto en videojuegos, y no porque no lo hayan intentado. Muchos juegos han probado a usar los mismos elementos para conseguir unos resultados similares y en muchos casos lo único que han logrado ha sido un sonado fracaso en forma de maniquís intentando relacionarse a un nivel mucho más íntimo de lo que su limitado diseño les permite.

¿Es sólo un problema de la tecnología? En realidad parece que desde hace mucho tiempo los creadores de videojuegos han decidido centrarse en la producción de adrenalina y emociones fuertes, sobre todo, antes que en cuestiones más pausadas y lentas. En el mismo año en que se alababa a Resident Evil 4 por las animaciones de los enemigos al recibir disparos, teníamos que aguantar unos besos en Fahrenheit dignos de un documental de La 2 sobre la alimentación de la cría del Erithacus Rubecula o petirrojo europeo. …Seguir leyendo +

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Gone Home: Irse «pa na» es tontería

Dicen que los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla. El cómo ha podido alguien olvidar los 90, posiblemente la década más anodina de la historia reciente, se me escapa pero Gone Home nos devuelve a ella para contarnos un par de historias sobre la vida de una familia estadounidense cualquiera.

En esta ficción interactiva ocupamos el lugar de Kaitlin, una estudiante que ha pasado el último año en Europa y vuelve con su familia en una lluviosa noche para descubrir que no hay nadie en casa. En ese punto es donde tomamos el control para explorar, mediante la típica interfaz de acción en primera persona, la desierta mansión a la que la familia se mudó durante nuestra estancia en el extranjero. Si queremos avanzar en la historia durante nuestro recorrido hemos de recoger e interactuar con los diferentes objetos que hallamos repartidos por la casa, algunos de ellos a la vista y otros algo más ocultos, lo cual activará diferentes audio-diarios o nos mostrará textos que dibujan la vida de los habitantes.

Hasta aquí, con esta descripción formal, Gone Home aparenta ser una aventura más. Si habéis escuchado o leído muchos de los comentarios que corren por internet es posible que incluso estéis entusiasmados con la idea de jugarlo y adentraros más en la historia familiar de Kaitilin. Si es así, ya habéis disfrutado del mayor encanto de Gone Home: hacernos creer que es lo que no es. …Seguir leyendo +

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La primera hornada de 3D Classics de Sega para Nintendo 3DS

Quien no me conozca tal vez no sepa que soy seguero desde el 91, concretamente cuando un Columns de Game Gear me cogió por las gónadas, desde entonces me dio la sensación de que enlazaban el lanzamiento de una maravilla con otra. Pero como casi todos los segueros, por no decir todos, tras la caída de la videoconsola Dreamcast viví en desgracia buscándome el jornal de juego como soldado de fortuna en otras plataformas.

Pero que hayamos caído en desgracia no significa que no tengamos nuestro orgullo, y si bien las conversiones de clásicos de Sega para Saturn fueron lo más bonito que nos hemos podido permitir los que no tenemos sitio en casa para meter una recreativa de After Burner 2 lo cierto es que los usuarios le hemos visto los colmillos al lobo desde hace tiempo por culpa de los sacacuartos a base de packs, las conversiones y el aprovechamiento general de sus títulos míticos de todo tipo, forma y color. …Seguir leyendo +

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Super Mario 3D World: ¿El mejor juego de Mario?

El primer videojuego del que oí hablar en el colegio, pese a haber jugado previamente al Spectrum, a recreativas y a las Game & Watch, fue el Super Mario Bros. de Nintendo. Es más, recuerdo cierta explicación de unos compañeros: «Y entonces entras en un castillo, le pegas un golpe a un bloque y con lo que sale puedes disparar bolas de fuego». Yo me imaginaba a un caballero o a un mago en un castillo, real, en tres dimensiones, y usando algo parecido a poderes,pero me encontré con lo que podéis ver en el siguiente enlace. En fin, fue una de mis primeras decepciones en el mundo del videojuego. …Seguir leyendo +

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La falta de retrocompatibilidad mató a la nueva generación

Oh, glorioso año vivimos en este 2013, y cuántas sorpresas promete traernos el 2014, seamos el tipo de jugador que seamos. Estamos viviendo ese mágico momento en el que la NextGen deja de ser lo que es para convertirse en la anterior generación, algo que muchos jugadores llevaban pidiendo varios meses, por no decir años. Ese momento en el que zagales llenos de júbilo meten sus antiguas consolas y juegos en maletines para ir a venderlos al establecimiento fenicio más cercano… para volver con apenas una centésima parte de su valor original. Y eso si tienen suerte. Aunque siempre les quedará la opción de hacerle ojitos a sus respectivos parientes (o tarjeta de crédito) para por fin dar el paso, y conseguir una de las ansiadas consolas de nueva generación. No obstante, algo está cambiando en el panorama. Cuando nos acercamos al centro de segunda mano más cercano, no nos encontramos las habituales colas de niños, y no tan niños, queriendo deshacerse de sus trastos viejos. ¿Qué está ocurriendo? ¿Acaso no quieren hacerse con la nueva PlayBox 720 U?

Nada más lejos de la realidad. De hecho, tanto Sony como Microsoft libran estos días una peculiar batalla de noticias en las que se jactan de haber conseguido un determinado hito nunca visto en la industria… para luego verse superado por otro hito, aún más increíble, conseguido por la compañía rival. Sin embargo, estas cifras récord no se están financiando, como venía siendo habitual hasta el momento, por la venta de segunda mano de los antiguos aparatos. Incluso llama la atención que las tiendas, tan propensas como son a hacer planes renove, no hayan puesto un gran ahínco en este tipo de promociones. El motivo es bien sencillo: por culpa de las políticas de Sony y Microsoft, el peor enemigo de la next-gen es la old-gen. …Seguir leyendo +


Las «bolsas sorpresa» del videojuego

«¡Hijo! Ven aquí, tengo una cosa para ti».

¿Quién no ha vivido este momento exacto siendo niño? Quizá estuvieras en la calle, quizás en el cuarto de baño, o en tu cuarto. De repente, uno de tus padres te llama y te avisa de que tiene algo que darte. En ese momento, tu imaginación se desboca. ¿Qué será? Conforme vas a su encuentro, sientes como la excitación va creciendo en ti, llegando a un auténtico clímax si la cosa en cuestión se encuentra dentro de una caja o de una bolsa siendo imposible saber su naturaleza hasta que salga de su envoltorio. ¿Un videojuego? ¿Ropa chula? ¿Un bollo? ¿Un poni? ¿Un rayo láser alienígena mortal que además te permitirá viajar en el tiempo y conocer a los dinosaurios?

Entonces lo abres y encuentras ese par de calzoncillos. Tu progenitora te mira con cara despreocupada y, sólo entonces, como si quisiera terminar de apuntalar tu decepción, te concreta: «anda, llévalo a tu cuarto y guárdalos en los cajones, que estoy ocupada», a la vez que saca un saquito de arroz de la bolsa de al lado. ¿Quién no ha tenido un momento así? ¿Quién no ha tenido un padre que le ha hecho algo similar incluso en vísperas de fechas especiales como un cumpleaños o Navidad? …Seguir leyendo +