Llevo en esto de los videojuegos tal vez demasiado tiempo y, seguramente, me lo tome con más pasión de lo que sea saludable. Pese a que ya los conocía y había jugado antes, no tuve ninguna consola propia y, por eso, empecé realmente con doce años. No sé si fue la edad o la explosión mental que me generaron pero hasta hoy, 21 años más tarde, no ha parado de ser algo que ha ocupado cada vez más espacio en mi vida.
Vivo de ellos, estoy rodeado de ellos, juego a ellos y hablo de ellos. Y si pienso de manera racional qué es lo que más me atrae es sin duda la cantidad de posibilidades que tienen. De generar historias, de presentarlas, de poder meterte en ellas. …Seguir leyendo +