Empezaremos con una reflexión. Por mucho que el XV del León esté consiguiendo ciertos éxitos (ha subido a segunda división recientemente) es un deporte que está muy alejado, en cuanto a popularidad y uso, a otros que si tienen tradición, y también videojuego (balonmano, voleibol). En cambio nadie ha traido a España estos juegos, y si el de rugby, debido, suponemos, a la tradición que tiene este juego en naciones anglófonas.
Dicho esto, y centrándonos en el producto que tratamos, Rugby World Cup 2011 es el último producto de HB Studios, los desarrolladores de la saga Rugby 200X… para las consolas de la anterior generación. Aprovechando que este año hay copa del Mundo, se han decidido a lanzar una reversión de su éxito anterior, pero sin EA detrás, y esta vez con 505 Games de editor (en España como Digital Bros).
Amor duro y sin concesiones
Rugby World Cup 2011 es un juego para aficionados a este deporte. No tienen ninguna concesión ante un posible desconocimiento del mismo. Ni tutorial, ni explicación de las reglas, ni siquiera de los controles. Si quieres jugar, te los tienes que aprender de memoria a base de ver las pantallas de carga, las pantallas en opciones, y echarte partidos donde irás aprendiendo diversos mecanismos. Y no es lo mismo que estés atacando, que estés defendiendo, que estés en un ruck, que provoques (o te provoquen) un maul, o tengas que defender (o atacar) un scrum (y si, se pueden girar las melés).
En todos ellos, eso si, podrás decirle a tu defensa que tipo de estilo prefieres, y si tienes el balón en las manos lo puedes manejar de una manera intuitiva gracias a los gatillos superiores, además de otros movimientos que completan todo el repertorio tradicional de este deporte. La inteligencia artificial se lo monta bastante bien para gestionar a los jugadores que no estemos manejando, al que siempre podemos cambiar cuando estemos defendiendo apretando el correspondiente botón.
Creo que nos conocemos, pero olvidé tu nombre
Sobre los equipos, decir que sólo están disponibles los que van al mundial (olvidáos del XV del León, que sólo fue en 1999), y que además la mitad no tienen licencia, así que los jugadores están inventados (lo que tiene delito con la importancia que tiene Australia, o Nueva Zelanda y sus All Blacks, que además son los anfitriones del campeonato). Eso sí, podemos editar los jugadores que ya hay, así que al menos los nombres podemos dejarlos correctamente, y modificar cualquiera de sus 25 atributos o sus 12 características diferenciadoras.
Podemos competir directamente en el campeonato del mundo, hacer la pretemporada (lo que nos abrirá más retos, pero no mejorará los jugadores) o sencillamente echar nuestros propios partidos amistosos. También podemos, curiosamente, echar un partido sólo de penaltis, esto es, lanzamientos sin oposición contra la portería rival. Por cierto, la manera de realizar estos lanzamientos es calcada al manejo de los juegos de golf de toda la vida (una barra que nos indica la potencia, al final indicamos la dirección, y tenemos en cuenta el viento).
Técnicamente cumple, sin ser un prodigio absoluto. Buenos modelados, excelentes estadios y animaciones competentes. El diseño de los menús es claro, aunque todo está en un idioma extranjero (francés, italiano o inglés). Lo mismo que los comentaristas, unos profesionales en su terreno (curiosamente, tenemos inglés o inglés de las antípodas, además de francés) que junto a la ya conocida «World in Union» crean un apartado sonoro muy decente. Hay que destacar que el modo online requiere de una clave que tienes que pedir al juego al principio de la partida, y es un sistema ligeramente engorroso.
En resumidas cuentas, no llega a los niveles que tienen otros títulos en otros deportes, pero si que es un título a tener en cuenta por los aficionados a éste entretenido y noble juego.