La historia de Naughty Dog, llamada JAM en sus inicios, comenzó cuando cuando Andy Gavin y Jason Rubin desarrollaron Ski Crazed para Apple II y, tras el cambio de nombre a su actual denominación, desarrollaron títulos para Megadrive o la defenestrada 3DO. Sin embargo, el verdadero punto de inflexión de esta compañía vino con la llegada de los 32 bits, en concreto con la ya anciana Playstation de Sony, momento en el que se formó una alianza indisoluble que está dando grandes réditos a ambas compañías.

Naughty Dog creó Jak and Daxter y vió que era bueno

Tras alcanzar cierta fama exprimiendo el hardware de la gris de Sony llegó la que, para muchos, fue la absoluta coronación del estudio con el mejor plataformas desarrollado por Naughty Dog: Jak and Daxter: El Legado de los Precursores. Este título, a su estreno en Playstation 2, fue la culminación de todo lo que habían aprendido tras desarrollar la trilogía de Crash Bandicoot: amplios territorios para explorar, múltiples objetivos que completar y la mejor adaptación del sólido sistema de juego de Super Mario 64 a una franquicia externa a Nintendo.

Tras el éxito de crítica y público de esta entrega, los chicos de Santa Mónica se pusieron manos a la obra en la creación de una secuela, que resultó ser Jak II. Si bien hay que reconocer el valor de una empresa en no encasillarse, el resultado es muy inferior a los parabienes de la precuela. Lo que fue una historia sencilla que hacía la función de excusa para movernos por variados escenarios repletos de dificultades, pasa a ser un epopeya épica de venganza y golpes de estado; lo que fue un plataformas excelentemente medido, con una dificultad ajustada y sorprendente hasta casi el final pasa a ser una especie de adaptación del Grand Theft Auto mezclado con la acción de Ratchet & Clank y, en definitiva, lo que Naughty Dog creó en Jak and Daxter se reinventa para poder cambiar completamente de género en Jak II.

La segunda entrega no es un mal juego, no me malinterpreten, pero está lejos de la excelencia. La conducción de vehículos es farragosa y el sistema de combate con armas bastante incómodo. Además, tras presentarnos al afable y mudo Jak en un mundo de fantasía y magia, el cambio que dan al personaje para poder dotar a la historia de mayor profundidad es demasiado radical como para aceptarlo sin ciertas reservas. Aún así el juego fue bien acogido, aunque de manera menos efusiva, y gracias a ello Naughty Dog tuvo vía libre para cerrar la trama con Jak 3.

Con el último capítulo de la trilogía llegamos al final del repaso de los títulos desarrollados por Naughty Dog en la longeva Playstation 2, obviando el fallido Jak X: Combat Racing. Jak 3 es un juego mucho más grande, con más variedad y mucho más épico que la segunda parte. También seguía siendo un título muy inferior al que dio inicio a la saga, y a pesar de sus añadidos, tampoco puede decirse que sea muy superior a Jak II. Del mismo modo que el manejo de armas está ligeramente mejorado y las zonas de acción mejor resueltas, existe un abuso de fases de conducción por el desierto que, debido a un desesperante control de los vehículos, pueden llegar a ser molestas. Aún así, el guión está mucho mejor ensamblado, dando el cierre a todas las aventuras vividas por Jak y su dicharachero e inseparable compañero.

Si ya no podéis comprarlos los adaptaremos, pero en HD

Pero basta de hablar del pasado, centrémonos en el presente, Jak y Daxter no se han perdido la presente generación que ahora agoniza. Fruto del polémico movimiento de Sony al eliminar la retrocompatibilidad de sus consolas Playstation 3, el usuario no podía hacerse con una copia del juego original de Playstation 2 para disfrutarlo en la penúltima consola de la compañía japonesa –y permítanme anotar que era uno de los escasos juegos del catálogo de PS2 en aprovechar la imagen progresiva y el formato 16:9–, de manera que para solventarlo, se le encargó a Mass Media la apadatación de la trilogía en alta definición para Playstation 3 y Playstation Vita.

Y si bien la maniobra de Sony me parece bastante molesta, al quitar una funcionalidad muy interesante, si hay algo que no se puede negar es que el acabado técnico de las nuevas versiones de los tres títulos es intachable. El problema con estos juegos viene cuando nos ponemos a comparar las distintas versiones.

Mientras que en la consola de sobremesa nos encontramos con un producto tan agradable como lo fue en su lanzamiento original, en la portátil nos topamos con que el juego sólo es atractivo en imagen estática, ya que una vez nos ponemos a los mandos el sufrimiento es continuo. Es complicado entender cómo una misma compañía es capaz de presentar el mismo producto con unos acabados tan distintos, porque en PS3 contamos con una resolución de 720p y unos títulos a velocidad constante pase lo que pase en pantalla, y en Vita, con una resolución más baja y menor detalle debido a la potencia de la máquina, comprobamos que las animaciones no es que no sean fluidas, es que casi van a golpes incluso en momentos con escasa carga poligonal en pantalla.

También podemos observar en la portátil una clara desincronización sonora en las escenas que nos narran la historia, creadas con el propio motor del juego, y una adaptación del control para sustituir a los botones L2 y R2 de las consolas de sobremesa muy deficiente, pues trata de aprovechar el panel táctil trasero de la consola dividiéndolo en cuatro zonas y falla en el intento. No será extraño el momento en que, tras darle una orden con la parte trasera de la consola, Jak haga lo que quiera debido a un fallo en la distribución zonal del panel.

Sin embargo, en su versión de Playstation 3 todo parecen bondades. La mejor forma de definirla, y la que más justicia le hace a mi parecer, es que son exactamente los mismos juegos con un aumento de resolución y un control más agradable debido a la velocidad constante y sólida que otorga la potencia superior de la penúltima consola de sobremesa de Sony.

Y entonces la inevitable realidad vuelve para morderte el culo

En Jak & Daxter Collection encontramos dos ejemplos de cómo se debe y no se debe hacer una remasterización de un título, y ambos hechos por Mass Media. Por una parte encontramos tres títulos perfectamente adaptados y tan agradables como los originales o más en Playstation 3, absolutamente recomendables si no se disfrutaron en su momento. Por otra parte encontramos un destrozo, no se le puede llamar de otra forma, de los mismos títulos para Playstation Vita, con una velocidad inestable y un control muy deficiente que hace que los juegos bordeen el límite de la injugabilidad en ciertos instantes. Una versión completamente olvidable y decepcionante.