Los videojuegos finlandeses aterrizan en Madrid

La charla «Los videojuegos en Finlandia: Más allá del boom de Angry Birds» fue ofrecida por KooPee Hiltunen, presidente de Neo Games (Centro Finlandés de Negocios, Investigación y Educación de Videojuegos).

Dicho así, tal vez os suene a rollo económico de la industria de un país del que no tenéis casi constancia de títulos potentes. Pero eso es mentira. No sabemos muchas veces a lo que jugamos y ayer, en el Instituto Iberoaméricano de Finlandia, nos dimos cuenta de ello.

Los videojuegos en Finlandia: Más allá del boom de Angry Birds, MadridKooPee Hiltunen, presidente de Neo Games, explicó, basándose en datos pero de forma amena, cómo se encontraba el sector en su país natal.

En cuanto a estos datos, actualmente hay 70 empresas en el sector con más de mil trabajadores y el 90% de su producción apenas se consume en su propio país. Sin embargo, los ingresos les sitúan como el «quinto o sexto país europeo» en la producción de videojuegos.

La industria finlandesa ha pasado de apenas contar con apoyo financiero en 2010 a un fondo de investigación de 60 millones de euros, una cifra muy considerable para un país tan joven en el sector de los videojuegos.

Las mujeres finlandesas se han hecho más hueco en el mundo de los videojuegos que en otros países. Mientras en Europa, la media de trabajadoras es de un 10%, allí es más de un 16%. Aún así, NeoGames cuenta con ayudas y mecanismos para conseguir que las mujeres se unan al sector de los videojuegos.

Juegos sin necesidad de ser multimillonarios

El famoso videojuego de Rovio, Angry Birds, cuenta con más de 360 millones de descargas en todo el mundo. Tal vez sea el más sonado, pero para KooPee, el juego más jugado es «La serpiente» de los móviles Nokia, también finlandés.

Uno de los mensajes claros que lanzó el presidente de NeoGames era la posibilidad de hacer trabajos muy válidos con pocos recursos y que las empresas pequeñas tienen también su hueco en el mercado, sobre todo con el nuevo modelo de distribución digital.

Angry Birds

Angry Birds, éxito finés

Pudimos ver capturas de pantallas de varios juegos creados en el país nórdico. Además de los «pájaros enfadados«, el más conocido de la charla fuera Alan Wake, desarrollado por Remedy Entertainment. Su desarrolló ha llevado seis años pero «no es un juego propio de la industria finlandesa«. Y es que la producción está más destinada al nuevo modelo de mercado de los juegos descargables y el soporte digital.

Uno de los hits finlandeses ha sido Trine, creado por Frozenbyte. Hasta 800.000 descargas ha conseguido en Playstation Network. Lo más curioso: salió de un garaje. Prueba de que no hacen falta a veces grandes inversiones para crear algo bueno.

Outland, para PSN y Xbox Live Arcade, creada por la compañía Housemarque, es otro ejemplo de creación finlandesa. Cities in Motion, por ejemplo, es otro videojuego con unos objetivos muy interesantes, como el de crear toda la red de transporte público para ciudades reales como Tokio. La empresa propietaria es Colossal Order y está formada por diez personas.

Trials HD, distribuido por Microsoft en su XBLA, es de RedLynx. La empresa ha desarrollado cientos de juegos en sus diez años, pero este título ha sido el más vendido.

En los juegos en línea también ha habido creaciones interesantes como la de Gunshine, de Supercell, una empresa que cuenta con tan solo un año de vida.

Otros videojuegos que pudimos conocer mejor en la charla finlandesa fueron títulos como Shattered Horizon para ordenador de Futuremark Game Studios; Sparkle HD de 10Tons para Smartphones, una empresa sin grandes «hits» pero que ha sabido mantenerse estable; o Pirates of Black Cove para ordenador hecho por Nitro Games y distribuido por los suecos Paradox. Rochard es una de las últimas creaciones de la industria finlandesa. Está creado por Recoil Games para PSN y sel tráiler no tiene desperdicio. ¿Os suena la voz? Si, es la misma de Duke Nukem.

La charla concluía con una ronda de preguntas, que pocas fueron, ya que KooPee explicó de forma concisa y clara lo que quería que viéramos de su trabajo. Ahora, con más conocimiento de causa, podemos aprender y mejorar lo propio, viendo más allá de las grandes potencias que no siempre cuentan con lo mejor.

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