Dragon Quest VIII ha sido lanzado para dispositivos Android e iOS

Nueve años después de su aparición original en Playstation 2, allá por el lejano 2005, la empresa japonesa Square-Enix ha lanzado una versión de Dragon Quest VIII: Journey of the Cursed King para dispositivos Android e iOS. En su época supuso un éxito de ventas y crítica, ambos propiciados por el trabajo realizado por Level-5. El estudio logró mostrar un acabado gráfico cercano al dibujo animado para vestir adecuadamente los diseños de Akira Toriyama creados para el videojuego.

El título sigue las aventuras de un guarda del reino de Trodain que viaja junto a un montón de personajes dispares en busca de un poderoso brujo para deshacer la terrible maldición que ha caído sobre el reino. La aventura nos forzará a explorar el extenso reino y a luchar contra todo tipo de monstruos mediante los clásicos combates por turnos de la saga. …Seguir leyendo +


Ys II: Ancient Ys Vanished – The Final Chapter, ¿capítulo final? Nada de nada

Como en Videoshock no tenemos miedo a parecer cansinos, aquí os traemos una nueva revisión de un título de la extensa serie Ys. En esta ocasión nos vamos a ir bastante atrás en el tiempo, como ya hicimos con la primera entrega de la saga, para echarle un vistazo al segundo capítulo de la franquicia, Ys II: Ancient Ys Vanished – The Final Chapter. Aunque lo de Final Chapter, viendo como ha continuado durante años y años la producción de juegos de la saga, no deja de ser una ironía si que es cierto que con su argumento cierra en cierto modo la historia presentada en la primera entrega.

El lanzamiento de Ys II: Ancient Ys Vanished – The Final Chapter data de 1988, por lo que solo dista un año de su predecesor, y las similitudes entre ambos son más que notables en varios aspectos. De nuevo fue Nihon Falcom Corp. la compañía encargada del desarrollo de este Action-RPG. Sin embargo, por algún motivo que desconozco, el lanzamiento fue menos diverso y ni Master System, ni PC –aunque años más tarde llegase en forma de remake–, ni Apple IIgs llegaron a disponer de este título en su catálogo a pesar de contar con el primero.

El argumento toma el testigo que dejó la primera parte donde Adol, el protagonista de la historia, consiguió encontrar la puerta de entrada al mundo de Ys. Sin embargo, esto no va a traer la tranquilidad a Adol, ya que le acecha una entidad malvada que ha sido enviada para acabar con él de parte de su archienemigo Dark Fact. …Seguir leyendo +


Abiertas las candidaturas a los premios Indie Burguer Developer Awards 2014

Los responsables de la Burger Developer Central ya se encuentran ultimando los detalles de la próxima gala de los Indie Burguer Developer Awards. Aquellos que no los conozcáis os resultará interesante saber que se trata de un grupo formado por un pequeño conglomerado de estudios y creadores amantes de las hamburguesas que se reúnen en ciertas ciudades para debatir sobre el día a día de sus respectivos trabajos.

Tras el éxito de asistencia de las dos anteriores convocatorias, y aprovechando la afluencia masiva de desarrolladores a la ciudad de Barcelona con motivo de la feria anual Gamelab, los representantes de la BDC han instaurado como tradición una gran cena y una posterior gala de entrega de premios. Unos premios creados para galardonar el trabajo y el esfuerzo de los mejores estudios independientes de nuestro país con el reconocimiento de sus compañeros de profesión. La tercera edición de los Indie Developer Burger Awards se celebrará el próximo viernes 27 de junio en Barcelona, en un lugar aún por concretar. …Seguir leyendo +


Scram Kitty and his Buddy on Rails

En fútbol hay un concepto, «ataque de entrenador», que se refiere al momento en el que el entrenador toma una decisión muy loca, que todo el mundo ve errónea, pero que él considera que puede funcionar (y a veces, de hecho, funciona). En videojuegos debería haber un concepto similar, «ataque de diseñador», que sería el momento en el que un diseñador toma una idea sin sentido y la eleva al punto clave de un videojuego.

Scram Kitty and His Buddy on Rails (vaya título) es, exactamente, un juego que viene de un ataque de diseñador. Me puedo imaginar el cónclave de Dakko Dakko. En un momento determinado, alguien dice: «Unos desarrolladores independientes como nosotros tenemos que hacer un juego con un punto original. Qué tal si hacemos un matamarcianos sobre raíles, porque se mueve sobre raíles». Ji, ji, ja, ja y lo hacen.

Os puedo decir que yo esperaba que apareciese Scram Kitty and his Buddy on Rails en el no demasiado numeroso catálogo de Wii U. No porque el catálogo sea más o menos escaso, sino porque el juego, que se había mostrado en varios Nintendo Direct, tenía buena pinta. Me gustan los matamarcianos, me gustan los plataformas, los gráficos parecen agradables y esto parecía una mezcla de todo ello. Además, sus autores, Dakko Dakko, habían realizado un par de juegos bastante tontorrones de Playstation Minis de los que, cuando jugaba, disfrutaba un rato más o menos largo hasta que recordaba que tenía cosas más importantes que hacer que perder el tiempo con ellos.

Lo cierto es que este juego a un humilde servidor no le ha parecido nada del otro mundo. Tras un inicio donde tienes que acostumbrarte a sus peculiaridades, avanzas pantalla tras pantalla con sufrimiento por culpa de ellas. Vamos, que no te acostumbras.

Scram Kitty and his Buddy on Rails es, como os he dicho en la introducción, un matamarcianos donde el personaje se mueve sobre un raíl, y puede saltar. Es decir, una mezcla entre plataformas y matamarcianos. Podemos disparar y saltar, pero siempre pegados a un raíl. Con todo, no penséis que esto limita el plataformeo, sino que crea más bien nuevas posibilidades. Por ejemplo, podemos saltar (tenemos el salto normal y un interesante doble salto envuelto en llamas que también sirve como ataque cuerpo a cuerpo) a otra plataforma (que también tiene su raíl), pero en esta plataforma sólo podemos ir en una dirección durante un tramo, porque ese tramo te empuja en la dirección contraria.

Esto, que sobre el papel está muy bien (es original, abre opciones, funciona), no está del todo bien implementado. Por ejemplo, a veces al entrar en un tramo de raíl si se mantiene la dirección hacia donde nos movemos… no nos movemos. De repente, nos quedamos quietos, a pesar de que llevamos impulso, y sin motivo aparente hay que cambiar de dirección para seguir avanzando. Algo parecido a lo que sucede en momentos similares en juegos como Resident Evil o La Abadía del Crimen, donde al cambiar la cámara tenemos que cambiar la dirección, pero aquí sin que cambie la cámara.

Esto, que no impide que finalices el juego, sí que impide cierto disfrute. Acaba con el flow que tiene que tener todo buen matamarcianos. Corta el rollo.

Y una vez estas jugando ves que esta idea de matamarcianos pegado al raíl tampoco es demasiado buena. En un matamarcianos tienes libertad de posición y, a veces, de dirigir el disparo y la dirección de movimiento. Aquí no. Desde una posición puedes ir a la derecha, a la izquierda, saltar y nada más. Así se puede esquivar las balas y derrotar a los enemigos, pero da la sensación de que a las batallas entre enemigos les falta variedad, por mucho que el «commandante» de cada zona tenga una inteligencia artificial interesante, unos patrones variados y ofrezca, ciertamente, un reto. Un reto para el que dispondremos de distintas armas, que iremos consiguiendo conforme avance el juego.

Pero no todo son malas noticias. El aspecto gráfico es realmente bueno, con un colorido y un diseño que, como todo lo demás, parece un homenaje, de alguna manera, al Bangai-O de Treasure. Jugando con pantalla y televisión descubriréis que tiene sentido hacerlo en ambas, pues en la primera hay más campo de visión de lo que ocurre en el juego y aparecen pistas y bromas, mientras que la segunda  siempre está fija en nuestro protagonista, de manera que habrá momentos donde lo más interesante será cambiar la vista de una a otra.

En definitiva, Scram Kitty and his Buddy on Rails es un juego que se queda corto para sus aspiraciones. Ha sido muy loado por la prensa inglesa (de donde son sus desarrolladores), y de una manera muy rauda, como queriendo marcar el camino a los demás medios anglohablantes. Algo, de hecho, que no parecen haber conseguido viendo el poco caso que se le ha dedicado en los medios estadounidenses. No es que sea un mal juego, y de hecho tiene puntos brillantes e interesantes, pero se ve lastrado en la consecución de los objetivos a los que se enfrentaba por un par de decisiones de diseño bastante complicadas. Se puede jugar, incluso se puede disfrutar, pero cuesta.

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